MARTES, 1 DE NOVIEMBRE DEL 2016 - 18:51 CET

La movilidad, tanto la circulación de vehículos privados como el uso del transporte público, es un buen indicativo de la salud económica de una región. Pero es un arma de doble filo, pues si el incremento se da por el lado particular e individual, lacontaminación y la congestión se disparan. En Barcelona se está dando un poco de todo. Del aumento del uso del coche (un 2,3% en el 2015) ya dio buena cuenta este diario el pasado mes de julio. Ahora empieza a confirmarse la subida del bus y el metro. Huelgas al margen, y gracias a mejoras y ampliaciones en la red, están recuperando los registros del 2007, cuando todo empezó a colapsar.

Hasta el pasado septiembre, los autobuses de Transportes Metropolitanos de Barcelona se anotaron 140,7 millones de viajes, por 133,2 del 2015, un 5,6% más. Solo en el 2009 se alcanzó una cifra similar, con 140,1 millones. En el 2007, palabras mayores, se superaron los 152 millones de validaciones. En los dos últimos ejercicios ya se notó un ligero incremento, pero faltaba dar el paso, lograr los números que la ciudad blandía antes de la crisis. Este septiembre ha sido especialmente positivo para el transporte de superficie, con un crecimiento del 12% respecto al mismo mes del año anterior.

ESPERANDO LA MALLA

La red ortogonal, al margen de la relativa recuperación económica, está ayudando a aupar el bus. La malla -28 líneas horizontales, verticales y en diagonal- sustituye el esquema heredado de los tranvías por un sistema más entendible, eficaz, rápido y eficiente, además de aumentar la frecuencia de paso. Quedan por desplegar 12 recorridos que, según ha prometido el ayuntamiento, estarán operativos antes de que termine el mandato, en mayo del 2019. El escollo de este invento es la insuficiente red de carriles bus que provoca que los vehículos de TMB avancen a poco más de 12 kilómetros por hora, muy por debajo del metro, que se mueve a una media de 29 kilómetros por hora. Tenía que ser un metro con vistas, pero no.

En cuanto al subterráneo, las cifras también son positivas, aunque no se han superado los números del 2015 a causa de las 15 jornadas de huelga registradas desde enero a consecuencia del conflicto laboral entre la plantilla y la dirección de la empresa que todavía no se ha cerrado. TMB esperaba crecer este año un 2,5%, superando ampliamente los 385 millones de viajes. Hasta septiembre, sin embargo, el suburbano ha caído un 2,4%. A pesar de los problemas derivados de la negociación del convenio colectivo, y por coger un mes en el que no ha habido paros, el pasado septiembre, el uso del suburbano aumentó un 2,1% respecto al mismo mes del año anterior. Es posible que a este ritmo el servicio termine el 2016 con las mismas cifras que en el 2015, notablemente por encima de los resultados de los últimos cinco años.

Hay que tener en cuenta que el pasado mes de febrero se inauguró elramal de la línea 9 sur hacia el aeropuerto. Según cifras de TMB del mes de junio, el recorrido, con 15 estaciones entre Zona Universitària y la terminal 1 de El Prat, registra a diario unos 47.000 usuarios, el 63% del nivel de demanda previsto. El subterráneo ha superado las cifras previas al 2007, amén del crecimiento de usuarios, gracias a las nuevas estaciones y líneas que se han ido abriendo, como los ramales norte de la 9 y la 10 y las nuevas estaciones de las líneas 2, 5 y 3.

MÁS COCHES Y MOTOS

Al margen del crecimiento de la circulación privada, la capital catalana también ha registrado un notorio incremento en el parque de vehículos. Entre el 2008 y el 2014, la ciudad perdió cerca de 44.000 turismos. La situación empezó a revertir en el 2015, cuando el número de matriculados creció en casi 6.000 unidades. También aumentó el número de motos, con 7.000 más. En total, el número de vehículos censados creció un 1,3%, una cifra que todavía queda muy lejos de los años previos a la crisis, con 991.151 matriculas, récord histórico de la ciudad.