Un ingeniero que no deja pasar el tren

CAROLINA RODRÍGUEZ | GRANADA

Alberto Sánchez, gerente del Metropolitano de Granada. / RAMÓN L. PÉREZ

Hay obras que marcan la vida de las ciudades y la del metro también ha cambiado la de Alberto Sánchez, su gerente

Cuando Alberto salía a la calle a jugar con sus amigos lo hacía en la avenida de América y en la avenida Carlos V del Zaidín. Sin saberlo, pasaba su infancia en dos de las calles que iban a marcar su vida para siempre. Por los mismos terrenos de tierra que él corría con apenas 6 años, en unos meses circulará el metro de Granada. Una infraestructura que supondrá un antes y un después en la movilidad de la Granada Metropolitana y en la que él ha puesto su sello como gerente.

La vida de Alberto está ligada al metro de Granada desde 2008, pero a las infraestructuras mucho antes. Alumno de la Universidad de Granada de Ingeniería Canales y Puertos fue de los pocos que al terminar la carrera encontró una obra en la que poner en práctica todo lo aprendido. Un bagaje que le sirvió para lo que le aguardaba.

Tomar las riendas de una de las obras más importantes de la ciudad ha sido un cóctel que durante todo este tiempo le ha dado momentos agridulces. «Para mí, hasta ahora -y lleva desde los veintipocos creando infraestructuras-, ha sido el proyecto más importante que he gerenciado, tanto por lo que ha significado a nivel personal como profesional», confiesa.

«Hacer sencillo lo difícil es algo que le ha ayudado no sólo en su trabajo sino en su vida»
Personalmente, el metro de Granada ha sido la infraestructura que volvió a traer a su ciudad y profesionalmente, la obra del metro es de vital importancia porque está convencido de que su llegada va a ser uno de los pasos de futuro más importantes que dé Granada. «Quiero que mis hijos y todo los granadinos crezcan y vivan en una ciudad europea, una ciudad moderna que apuesta por el transporte sostenible y eso es algo de lo que nos daremos cuenta justo un día después de que el metro entre en funcionamiento», explica convencido.

La apuesta de Alberto por el metro no es algo que venga de un día para otro. La trayectoria laboral de este zaidinero le ha llevado por media España, donde ha podido levantar desde puertos deportivos en Cádiz -su primera obra-, túneles como el de Algodonales y otros 'metros' como el de Sevilla, que le han dejado toda una mochila de experiencias y veteranía a la hora de trabajar. Cree firmemente en la creación de estructuras que faciliten la movilidad y la vida de la gente y reconoce que cambiar la mentalidad social es una de las tareas pendientes.

«Nunca pensé en dedicarme a la ingeniería pero no me arrepiento de la decisión. En realidad, siempre agradeceré a uno de mis hermanos que se dedicaba a la arquitectura que me animara a estudiar esta carrera», recuerda.

Precisamente, David Sánchez, otro de sus hermanos, comenta con orgullo lo contentos que están de su carrera y comenta que si hay algo que valorar en su hermano es el esfuerzo y la entrega. «Creo que su papel como gerente del metro es una merecida recompensa a toda una carrera en silencio que ha sabido labrarse y que le han valorado con este tipo de proyectos». Su hermano sabe que este tipo de méritos no llegan porque sí y por eso subraya que Alberto «es responsable y tiene la gran virtud de no huir de los problemas y de que se preocupa de la gente», reconoce.

Hacer sencillo lo difícil también es algo que sin duda en su trabajo, y en la vida, le ayuda mucho. Ángela García, su pareja, explica que Alberto nunca ve dificultades en lo que hace «¡aunque las tengan!» y sobre todo que, a pesar de los problemas, aún le ilusiona su trabajo.

«Hace que el día tenga muchas más horas de las que parece y disfruta al máximo en todo lo que se implica ya sea de trabajo o de ocio», añade Ángela. Y cuando habla de disfrutar a Alberto se le cambia la cara con la fotografía y con la bicicleta. Cuenta que le encanta perderse entre objetivos por la naturaleza. «Es algo que me apasiona y que me da momentos de verdadera belleza como es ver la luz de los atardeceres o paisajes inexplicables».

Además de la fotografía, montar en bici también es su fuerte. «Creo que es la mejor manera de moverse y, a pesar de hacer infraestructuras de gran calado, creo que la bicicleta es uno de los medio de transporte para el futuro». Dice que con la bici se gana tiempo al tiempo y que por eso, porque quiere aprovechar al máximo su tiempo, no piensa bajarse de ella nunca aunque le que le reste de vida siga haciendo muchos metros.