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12 julio 2016
MOVILIDAD
Los accionistas del Metro se reparten 14 millones de beneficio
La Junta inyecta a la concesionaria casi 66 millones de euros por el ejercicio pasado, 16 de ellos para subvencionar el billete.
SEBASTIÁN SÁNCHEZ MÁLAGA | ACTUALIZADO 12.07.2016 - 13:48
Los socios de la empresa concesionaria del Metro de Málaga, encargada de su explotación comercial hasta finales del año 2042, empiezan a repartirse los dividendos que deja tras de sí el proyecto. Si 2014 fue un ejercicio de consolidación, en el que la mayor parte de los beneficios logrados fue destina a reserva, en el caso del año 2015 la dinámica varía de manera clara. Según el acuerdo adoptado por los accionistas en su última junta general, de los 17,8 millones de beneficios con los que se cerró la anualidad de 2015, 14 millones se destinan a dividendos manera promocional al porcentaje que cada uno de ellos tiene dentro del capital social de la entidad. La parte restante se distribuye entre la reserva a la que está obligada legalmente la empresa, con 1.785.885 euros, y reservas voluntarias, con algo más de 2 millones de euros.
Conforme al acuerdo adoptado por los accionistas, la Agencia de Obra Pública de Andalucía, dependiente de la Junta, que a finales del año pasado poseía el 23,69% de la sociedad, recibirá un ingreso del 3,3 millones. A esta le seguirían el fondo de inversión australiano Macquaire e Infravía, que se adhirieron a la iniciativa, tras adquirir a partes iguales el 39,4% que sumaban Cajamar (18,86%), Cointer Concesiones (11,96%) y Sando Concesiones (8,57%). Ello les hacía beneficiarios de 2.758.000 euros cada una. Los otros accionistas que se mantenían al finalizar el ejercicio eran Globalvia, con el 15,3%, Comsa, con el 10,56%, y Construcciones Vera, con el 1,03%.
Fuentes cercanas a la Administración regional quisieron precisar que el reparto de esos beneficios forma parte del proceso reglado después de que esos mismos socios aportasen en el origen del proyecto casi 140 millones de euros "que tendrán que recuperar a lo largo del periodo concesional".
Estos números forman parte de las cuentas anuales registradas por Metro Málaga, correspondientes al primer ejercicio completo de explotación del ferrocarril urbano y en el que se movieron 4.999.528 viajeros (por encima de los 7 si se suman los primeros cinco meses de funcionamiento de 2014). Los parámetros económicos incluidos en el documento, al que tuvo acceso este periódico, corroboran la máxima de que la infraestructura malagueña, aún incompleta, es altamente rentable.
Una demostración es que, según los datos oficiales, el periodo de concesión que pesa sobre esta obra, que vence en 2042, va a obligar a la Junta a desembolsar casi 3.000 millones de euros, cifras con las que devolver el préstamo otorgado por el Banco Europeo de Inversiones (BEI), subvencionar el coste real del billete y cubrir los beneficios pactados con los privados. Estos últimos, según el contrato en vigor, se corresponden con una Tasa Interna de Retorno (TIR) del 10,3%, lo que convierte la iniciativa empresarial en una actuación carente de riesgo.
A la espera de completar la red del suburbano, lo que no ocurrirá antes de mediados del año 2018, la subida de pasajeros a los trenes apenas supone un mínimo porcentaje del negocio real. En concreto, de los 53.869.007 euros en los que se cuantifica la cifra de negocios en 2015 (51 millones en 2014), apenas 3,8 millones de euros se corresponden con la utilización del servicio por parte de los viajeros, casi el doble que el año pasado. Las vías por las que se este volumen de son otras. La primera, las subvenciones que la Administración regional aporta para abaratar el coste real del trayecto, con 16 millones de euros. En concreto, por cada usuario ha de aportar del orden de 3,2 euros, diferencia entre la tarifa técnica (coste real del servicio) y lo que abona realmente el usuario, que ronda los 0,8 euros. El otro parámetro, el de más peso, es el ingreso financiero pactado en el marco de la concesión, que alcanza en esta ocasión los 34 millones de euros (31,8 millones al finalizar 2014). A esta suma hay que añadir otros 15,9 millones de euros "devengados y no cobrados" y correspondientes al cuarto trimestre de 2015, pero que fue cobrado en febrero de este mismo año. Con todo, la aportación correspondiente a 2015 realizada a la concesionaria alcanza los 49,9 millones por el acuerdo de concesión, que con los 16 millones de subvención alcanza los 65,9 millones.
El escenario en el que se maneja en los últimos años este proyecto está marcado a fuego por los retrasos en su puesta en funcionamiento y las modificaciones de trazado. Una doble circunstancia que se deja notar y mucho en las aportaciones que la Junta ha de hacer a la concesionaria.
Sirva de ejemplo que, con independencia del buen o mal funcionamiento del suburbano, al menos hasta el año 2020 (siempre que el Metro culmine su recorrido completo hasta Atarazanas, de un lado, y el Civil, de otro a mediados de 2018), tendrá que aportar de media unos 70 millones de euros anuales. De otro lado, las cuentas reflejan la existencia en la plantilla del Metro al finalizar 2015 de 132 trabajadores, lo que supuso un gasto de 4,4 millones de euros. La información contrasta con los 98 empleados de 2014 y los 3,5 millones de euros destinados al pago de sus nóminas y Seguridad Social.
El capital social de la empresa se sitúa en 140 millones
Otra de las novedades que ofrece la aprobación y publicación de las cuentas de Metro Málaga es el crecimiento que ha sufrido su capital social. De los 136,5 millones de euros que estaban escriturados en el año 2014, la suma se eleva ya a los 140,4 millones. De acuerdo con las explicaciones recogidas en el documento, ello responde "a que con fecha 24 de junio de 2015 la Junta General de Accionistas acordó aumentar el capital social en la suma de 3.954.681 euros". En este mismo apartado se ofrecen detalles de la compraventa de algo más del 39% de las acciones por parte de Cajamar (18,86%), Cointer Concesiones (11,96%) y Sando Concesiones (8,57%) al fondo de inversión Macquaire e Infravia Inversión en Infraestructuras SL. Ambas se hicieron con el 19,7%, respectivamente.
Amortiza 9,1 millones del préstamo concedido por el BEI
La deuda a largo plazo a la que tiene que hacer frente la sociedad Metro Málaga alcanzaba a finales del pasado ejercicio los 299,3 millones de euros, frente a los 309,7 millones del año anterior. La mayor parte de este débito se corresponde con el dinero concedido por el Banco Europeo de Inversiones (BEI) al proyecto (325 millones de euros era el total previsto). A lo largo de 2015, según lo expuesto en el documento, la sociedad empresarial ha podido amortizar 9,1 millones (6,1 millones el año anterior). El reembolso del préstamo del BEI se contempla mediante 68 pagos trimestrales consecutivos con vencimiento el 15 de diciembre del año 2030. De acuerdo con el desglose incorporado, la previsión es que la amortización crezca hasta los 10,4 millones en 2016, hasta alcanzar los 17,2 millones en 2020. Desde 2021 en adelante tendrán que amortizarse otros 241,4 millones de euros.
La demanda se prevé que siga creciendo a lo largo de 2016
Conforme al acuerdo adoptado por los accionistas, la Agencia de Obra Pública de Andalucía, dependiente de la Junta, que a finales del año pasado poseía el 23,69% de la sociedad, recibirá un ingreso del 3,3 millones. A esta le seguirían el fondo de inversión australiano Macquaire e Infravía, que se adhirieron a la iniciativa, tras adquirir a partes iguales el 39,4% que sumaban Cajamar (18,86%), Cointer Concesiones (11,96%) y Sando Concesiones (8,57%). Ello les hacía beneficiarios de 2.758.000 euros cada una. Los otros accionistas que se mantenían al finalizar el ejercicio eran Globalvia, con el 15,3%, Comsa, con el 10,56%, y Construcciones Vera, con el 1,03%.
Fuentes cercanas a la Administración regional quisieron precisar que el reparto de esos beneficios forma parte del proceso reglado después de que esos mismos socios aportasen en el origen del proyecto casi 140 millones de euros "que tendrán que recuperar a lo largo del periodo concesional".
Estos números forman parte de las cuentas anuales registradas por Metro Málaga, correspondientes al primer ejercicio completo de explotación del ferrocarril urbano y en el que se movieron 4.999.528 viajeros (por encima de los 7 si se suman los primeros cinco meses de funcionamiento de 2014). Los parámetros económicos incluidos en el documento, al que tuvo acceso este periódico, corroboran la máxima de que la infraestructura malagueña, aún incompleta, es altamente rentable.
Una demostración es que, según los datos oficiales, el periodo de concesión que pesa sobre esta obra, que vence en 2042, va a obligar a la Junta a desembolsar casi 3.000 millones de euros, cifras con las que devolver el préstamo otorgado por el Banco Europeo de Inversiones (BEI), subvencionar el coste real del billete y cubrir los beneficios pactados con los privados. Estos últimos, según el contrato en vigor, se corresponden con una Tasa Interna de Retorno (TIR) del 10,3%, lo que convierte la iniciativa empresarial en una actuación carente de riesgo.
A la espera de completar la red del suburbano, lo que no ocurrirá antes de mediados del año 2018, la subida de pasajeros a los trenes apenas supone un mínimo porcentaje del negocio real. En concreto, de los 53.869.007 euros en los que se cuantifica la cifra de negocios en 2015 (51 millones en 2014), apenas 3,8 millones de euros se corresponden con la utilización del servicio por parte de los viajeros, casi el doble que el año pasado. Las vías por las que se este volumen de son otras. La primera, las subvenciones que la Administración regional aporta para abaratar el coste real del trayecto, con 16 millones de euros. En concreto, por cada usuario ha de aportar del orden de 3,2 euros, diferencia entre la tarifa técnica (coste real del servicio) y lo que abona realmente el usuario, que ronda los 0,8 euros. El otro parámetro, el de más peso, es el ingreso financiero pactado en el marco de la concesión, que alcanza en esta ocasión los 34 millones de euros (31,8 millones al finalizar 2014). A esta suma hay que añadir otros 15,9 millones de euros "devengados y no cobrados" y correspondientes al cuarto trimestre de 2015, pero que fue cobrado en febrero de este mismo año. Con todo, la aportación correspondiente a 2015 realizada a la concesionaria alcanza los 49,9 millones por el acuerdo de concesión, que con los 16 millones de subvención alcanza los 65,9 millones.
El escenario en el que se maneja en los últimos años este proyecto está marcado a fuego por los retrasos en su puesta en funcionamiento y las modificaciones de trazado. Una doble circunstancia que se deja notar y mucho en las aportaciones que la Junta ha de hacer a la concesionaria.
Sirva de ejemplo que, con independencia del buen o mal funcionamiento del suburbano, al menos hasta el año 2020 (siempre que el Metro culmine su recorrido completo hasta Atarazanas, de un lado, y el Civil, de otro a mediados de 2018), tendrá que aportar de media unos 70 millones de euros anuales. De otro lado, las cuentas reflejan la existencia en la plantilla del Metro al finalizar 2015 de 132 trabajadores, lo que supuso un gasto de 4,4 millones de euros. La información contrasta con los 98 empleados de 2014 y los 3,5 millones de euros destinados al pago de sus nóminas y Seguridad Social.
El capital social de la empresa se sitúa en 140 millones
Otra de las novedades que ofrece la aprobación y publicación de las cuentas de Metro Málaga es el crecimiento que ha sufrido su capital social. De los 136,5 millones de euros que estaban escriturados en el año 2014, la suma se eleva ya a los 140,4 millones. De acuerdo con las explicaciones recogidas en el documento, ello responde "a que con fecha 24 de junio de 2015 la Junta General de Accionistas acordó aumentar el capital social en la suma de 3.954.681 euros". En este mismo apartado se ofrecen detalles de la compraventa de algo más del 39% de las acciones por parte de Cajamar (18,86%), Cointer Concesiones (11,96%) y Sando Concesiones (8,57%) al fondo de inversión Macquaire e Infravia Inversión en Infraestructuras SL. Ambas se hicieron con el 19,7%, respectivamente.
Amortiza 9,1 millones del préstamo concedido por el BEI
La deuda a largo plazo a la que tiene que hacer frente la sociedad Metro Málaga alcanzaba a finales del pasado ejercicio los 299,3 millones de euros, frente a los 309,7 millones del año anterior. La mayor parte de este débito se corresponde con el dinero concedido por el Banco Europeo de Inversiones (BEI) al proyecto (325 millones de euros era el total previsto). A lo largo de 2015, según lo expuesto en el documento, la sociedad empresarial ha podido amortizar 9,1 millones (6,1 millones el año anterior). El reembolso del préstamo del BEI se contempla mediante 68 pagos trimestrales consecutivos con vencimiento el 15 de diciembre del año 2030. De acuerdo con el desglose incorporado, la previsión es que la amortización crezca hasta los 10,4 millones en 2016, hasta alcanzar los 17,2 millones en 2020. Desde 2021 en adelante tendrán que amortizarse otros 241,4 millones de euros.
La demanda se prevé que siga creciendo a lo largo de 2016
