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12 mayo 2016

MOVILIDAD

El Metro entra en un callejón sin salida

La concesionaria apunta que el bloqueo del tranvía al Civil puede provocar la paralización de la red del suburbano. De la Torre desoye la advertencia y se mantiene firme en el Metrobús.

 

SEBASTIÁN SÁNCHEZ MÁLAGA | ACTUALIZADO 12.05.2016 - 11:52

 

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Dos de los trenes del Metro, en el momento de salir de las coches, sin servicio.

 

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Consejo de Administración de Metro Málaga, celebrado ayer.

 

El Metro de Málaga, más que nunca, pende de un hilo. La negativa del Ayuntamiento de Málaga a allanar el acercamiento del ferrocarril urbano en superficie hasta el entorno del Hospital Civil, en la que ayer mismo se mantenía el alcalde, Francisco de la Torre, puede provocar la paralización total de la red del suburbano, en funcionamiento desde mediados de 2014. Esta posibilidad se convierte en realidad después de que el Consejo de Administración de Metro Málaga, encargada de la explotación del suburbano hasta 2042, cerrase la puerta de manera contundente a la propuesta municipal del Metrobús y de advertir de los "riesgos" que la paralización de facto de esta parte del recorrido tiene sobre el conjunto de la red ferroviaria. 

"El consejo manifiesta por unanimidad su profunda preocupación por esta paralización, advierte de los riesgos del incumplimiento del contrato de concesión y pide a la Junta de Andalucía y al Ayuntamiento de Málaga un esfuerzo de entendimiento para que el protocolo firmado por tales instituciones, elemento esencial del proyecto, sea fielmente cumplido", sentencia el escrito al que dio lectura el presidente de la concesionaria, Javier Pérez Fortea, al término de la reunión extraordinaria y urgente del consejo. 

Riesgos que, según admitió, no sólo son de índole financiera, sino que también se ciernen sobre la continuidad o no del actual servicio de Metro. "Si no se termina lo previsto, hay riesgo de que no se pueda devolver el crédito al Banco Europeo de Inversiones (BEI) y éste podría tomar decisiones inadecuadas para seguir con el proyecto", expuso. A ello se puede sumar que los socios privados, conforme al contrato vigente, puede llegar a reclamar a la Administración autonómica una compensación de hasta 830 millones por el fracaso de la infraestructura. 

El mensaje lanzado por la concesionaria, lejos de preocupar al Ayuntamiento, no generó el menor movimiento. "No tiene fundamento ninguno, trata de dar una presión, de preocupar, de asustar, pero no lo acabo de entender, no tiene sentido", llegó a señalar De la Torre ante la advertencia de una posible paralización del proyecto. Incluso, ironizó ante el dramatismo expuesto por la concesionaria asegurando que la EMT "le puede demostrar cómo se gestiona una empresa para que no sea inviable". 

Lo que trascendió de la respuesta oficial de De la Torre es que el tranvía queda ya descartado. No sólo porque los informes urbanísticos y de movilidad se pronuncian en contra del mismo, sino por el rechazo que, según el mandatario municipal, existen entre los vecinos de la zona. "Es el elemento esencial", argumentó el regidor para oponerse al ferrocarril urbano. 

Uno de los escenarios para nada descartable podría pasar porque el Gobierno andaluz levante el pie en el único tajo actualmente en obras, el Guadalmedina-Atarazanas, y en el tramo pendiente de ser retomado, el que discurre desde el Perchel hasta la estación Guadalmedina. De adoptarse una medida de ese tipo, la afección sobre el conjunto del Metro sería total, dada la imposibilidad de mantener activo un medio con previsión de mover casi 21 millones de pasajeros anuales y que sólo contaría con una demanda algo superior a los 5 millones. 

El consejo de Metro Málaga fue convocado por la Junta para analizar el escenario surgido tras la negativa municipal a facilitar la extensión de la red de Metro hacia el Civil, sobre la base de su no adecuación al planeamiento urbanístico. Un rechazo que contrasta con el aval que, con su firma, dio en noviembre de 2013 el regidor del PP al protocolo en el que se concretaba la sustitución del trazado hasta La Malagueta, previsto en el origen de la iniciativa, por un doble tajo a la Alameda, soterrado, y el Civil, en superficie. La reacción de la sociedad concesionaria, de la que también forma parte la Administración regional con casi el 24% de las acciones, no da lugar a la duda, llegando a catalogar el tramo ahora en cuestión de "indispensable para el desarrollo de la concesión en los términos contratados". 

El acuerdo de la empresa pone en cuestión, además, la supuesta aceptación a la que aludió días atrás el alcalde tras reuniese con Pérez Fortea. De hecho, frente a los argumentos técnicos empleados por el equipo de gobierno, Metro Málaga cree "no aceptable" el Metrobús "como complemento y aportación de viajeros al Metro", entre otras razones, porque no obedece al sentido de la concesión vigente. "Los sistemas de transportes públicos han de ser complementarios y basados en la interoperatividad, pero no deben confundirse en sus sistemas de gestión, que son claramente diferenciados", expuso, al tiempo que incidió en que "no es compatible con el contrato de la concesión, ni representa una mejora para el servicio que esta sociedad debe prestar a la ciudadanía". 

Asimismo, subrayó el valor que, al menos para la concesionaria, tiene el protocolo de intenciones que las dos administraciones implicadas en el proyecto firmaron en noviembre de 2013. "Sirvió como base para la modificación del contrato de concesión; está vigente y nos vincula legalmente con la Junta", destacó. Al tiempo, incidió en que es la solución actualmente propuesta, mediante el tranvía al Civil, "lo que de verdad da servicio a la ciudadanía de Málaga". Preguntado por la posibilidad de buscar otras alternativas, fue contundente: "Ya no hay tiempo para más". 

Al contrario, De la Torre incidió ayer en considerar el Metrobús como la solución más adecuada para desbloquear el actual escenario. "Sería operativa ya, antes de que el Metro llegue a Guadalmedina", dijo, subrayando que podría materializarse por mucho menos que el tranvía al Civil y con menos afección para los vecinos. "El tranvía es como si estuviese en una vía muerta; queremos sacarlo de esa vía muerta y hacerlo operativo", añadió.

El alcalde pide ahora a sus técnicos reestudiar los datos del Metrobús

El alcalde de Málaga, en su defensa a ultranza del Metrobús como alternativa cierta al Metro en superficie hasta el Hospital Civil, reclamó ayer la convocatoria de una comisión de seguimiento con la Junta para abordar "desde el punto de vista técnico" esta solución. Por ello, incidió ayer en que ese encuentro, que podría estar precedido de una reunión con el consejero de Fomento, debe convocarse cuando exista una respuesta técnica por parte de la Administración regional. La reclamación municipal se produce después de haber difundido algunos de los detalles fundamentales de su propuesta alternativa. Entre ellos, la posibilidad de llevar el Metrobús (BRT) hasta La Rosaleda, con unos 5 millones de coste y con la posibilidad de captar cerca de 3,8 millones de usuarios. La sorpresa se produce cuando el propio regidor admitió ayer que ha pedido a los técnicos de la Empresa Malagueña de Transporte (EMT) y de Urbanismo "que reestudien los cálculos hechos de inicio, porque creo que es demasiado poco". "Hemos hecho una propuesta que quizás necesite un estudio más profundo", incidió. Fuentes de la Administración regional aclararon ayer que hasta la fecha se han mantenido dos reuniones para abordar este asunto. Una, el 11 de abril; la otra, el 21 de abril, esta última "sin políticos, de marcado carácter técnico y se le transmitió que el proyecto era inviable".

El Consistorio enfatiza que cada viajero del Metro cuesta 13 euros

 



Buena parte del discurso empleado ayer por el alcalde, Francisco de la Torre, en su intento de defender el Metrobús estuvo destinado a subrayar las taras actuales del suburbano. A modo de ejemplo, incidió en que hoy día, cuando el ferrocarril urbano apenas alcanza hasta el intercambiador de El Perchel, cada viajero que se sube a los trenes cuesta una media de 13 euros. El parámetro, conocido como tarifa técnica, es el resultado de aplicar el coste de explotación del proyecto, de unos 66 millones de euros el pasado año, a los poco más de 5 millones de pasajeros que se subieron al nuevo medio de transporte el pasado ejercicio. Este fue uno de los argumentos para que el alcalde incidiese en el menor coste que supondría sustituir el tranvía por la línea de BRT al Civil, Incluso, como ya lo hiciera el ex concejal de Movilidad, Raúl López, De la Torre cuestionó ayer la estimación de 3 millones de pasajeros previstos por la concesionaria para el Metro al Civil. Una cifra que rebajó a 1,7 millones.

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