Los representantes de los equipos de comunicación institucional de una quince organizaciones del sector ferroviario español, tanto públicas como privadas, retomaron ayer en la sede de la Fundación de los Ferrocarriles Españoles de Madrid su ronda de reuniones periódicas en el marco de una jornada monográfica organizada por Vía Libre, en la que se reforzaron los lazos entre los diferentes equipos y se intercambiaron experiencias acerca de las necesidades que plantean el actual marco institucional y, en particular, los últimos desarrollos en materia de comunicación social.
(02/03/2016)
A la reunión, coordinada por Vía Libre, asistieron representantes de los equipos de comunicación de gestores de infraestructuras como el administrador estatal Adif y el autonómico vasco Euskal Trenbide Sarea (ETS), las operadoras Renfe, Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya (FGC), Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV), y actores del transporte metropolitano y urbano como Globalvía -titular de numerosas concesiones ferroviarias-, los metropolitanos de Madrid, Barcelona (TMB), Bilbao, Sevilla y Málaga, así como miembros de comunicación de los tranvías de Barcelona (Tram), Tenerife y Zaragoza.
La mayoría de los asistentes, comunicadores especializados en el sector ferroviario, coincidieron en calificar el actual momento como especialmente complejo: un escenario en el que los equipos de comunicación ya no pueden limitarse a desempeñar las labores tradicionales de atención a medios, organizaciones empresariales que no sólo tienen una estructura definida y un ámbito de influencia marcado, sino que además cuentan con interlocutores fácilmente identificables y que en su mayoría son profesionales del periodismo y la comunicación.
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Los diferentes equipos precisaron que el campo de actuación viene ahora también determinado por las redes sociales, de las que la gran mayoría de los asistentes coincidieron en apuntar a Twitter y Facebook como las que mayor influencia son capaces de generar. En ellas, los usuarios esperan una respuesta prácticamente inmediata y, por las propias características de facilidad de redifusión y falta de contextualización que las definen, pueden multiplicarse las posibilidades de que las informaciones menos veraces encuentren terreno abonado para expandir su alcance.
La conclusión general para los comunicadores ferroviarios reunidos por Vía Libre es que la presencia de las organizaciones en estos canales es sencillamente irrenunciable, y de hecho apuntan que hay que asumir como parte del nuevo terreno de juego que debates enteramente públicos pueden terminar por influir de forma directa sobre la propia política empresarial a causa de la relevancia de los actores implicados -a menudo también periodistas- y por la posibilidad de que las cuestiones más polémicas puedan terminar entrando en la agenda informativa de los medios de comunicación tradicionales. Coinciden por eso en señalar que se hace imprescindible que cada organización fije con claridad las reglas de interlocución con sus respectivos usuarios, calibrar el uso de recursos destinados a gestionar la comunicación en redes sociales, y no sobreponderar en ningún caso su influencia en la agenda pública.
