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11 febrero 2016

LA CAÍDA DEL PRECIO DEL COBRE REDUCE LOS ROBOS A ADIF EN UN 17% EN 2015

  • Se desplomó más de un 24% pero se contabilizaron 892 sustracciones
9:13 - 10/02/2016

 

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Cable de cobre.

El robo de cable sigue siendo uno de los principales quebraderos de cabeza de las compañías eléctricas, de telecomunicaciones y sobre todo de Adif y Renfe, ya que estos incidentes han puesto en jaque la tradicional puntualidad del AVE. A pesar de que las sustracciones en las instalaciones del administrador ferroviario descendieron un 17% en 2015, el número de robos sigue siendo preocupante y sobre todo muy costoso.

 

Concretamente, el año pasado se registraron 892 robos, en los que se sustrajeron a Adif y Adif Alta Velocidad 273.690 metros, un 19,39% menos que en 2014. El operador cuantifica que el valor del material sustraído es de 7,28 millones de euros en 2015, frente a los 10,45 millones de un año antes.

Las cifras mejoran pero no se quedan ahí, ya que hay que tener en cuenta que estas cantidades sólo contemplan el valor del material robado, pero no incluyen todos los costes económicos que representan para Adif la reposición de estos materiales, así como los problemas que se generan en las estaciones de tren donde se acumulan retrasos, se anulan viajes y se tiene que lidiar con cientos de pasajeros que han visto sus viajes frustrados.

Según los datos de Adif de 2014, los trenes acumularon más de 833 horas de retraso por estos delitos, de las que 773 horas fueron en las líneas convencionales y 60 horas en las de alta velocidad.

Compromiso de puntualidad

Renfe cuenta con un compromiso de puntualidad que devuelve la mitad del importe del billete si el retraso supera los 15 minutos, los usuarios reclaman pero el operador público alega que los sabotajes en vehículos o instalaciones se engloban dentro del supuesto de fuerza mayor que les exime de cumplir su compromiso de puntualidad. El precio de estos billetes que no es recuperado por los usuarios es por tanto otro impacto económico a añadir en el saco de lamentaciones del robo de cable.

Adif es otra de las grandes perjudicadas ya que para robar el cobre los ladrones rompen también la fibra óptica, que se utiliza para retransmitir información al centro de control, con la seguridad de que no se corromperá por el camino y que a diferencia del cobre, no vale nada en el mercado negro.

Este tipo de acciones pueden tener además consecuencias desastrosas en las instalaciones del administrador, como las que se produjeron el pasado mes de diciembre en Cataluña. Fue uno de los robos más sonados en el que se sustrajeron 360 metros de cable en las líneas R2, R8 y R11. El cable de la catenaria de 3.000 voltios que fue cortado, cayó sobre otros cables y dispositivos informáticos, lo que provocó una sobrecarga en la red y un incendio.

Desde que se produjeron los daños el pasado 15 de diciembre, Adif a través de Thales movilizó un equipo de 40 personas para la reparación de las instalaciones de señalización, dejando operativas el 19 de diciembre las instalaciones afectadas en La Llagosta, y poniendo en servicio el nuevo sistema de control de tráfico de Mollet San Fost el 11 de enero, en un tiempo record de 4 semanas tras el incendio. La vuelta al funcionamiento de los sistemas de control de tráfico de la bifurcación Nudo Mollet ha necesitado alrededor de 40.000 metros de cable de cobre y fue puesta en servicio el pasado 2 de febrero de 2016.

Cataluña, la más afectada

Según cifras de Adif, Cataluña continuó ocupando el primer puesto en 2015, con un total de 137.413 metros sustraídos, lo que representa prácticamente el 50% del volumen total de cable de cobre robado en España. La siguiente Comunidad Autónoma en volumen de cable robado, la Comunidad Valenciana, se sitúa además a enorme distancia de Cataluña, con 38.409 metros en 2015.

La comunidad catalana lidera también la clasificación nacional en número de robos, aunque se han reducido en el último año, pasando de 446 sustracciones en 2014 a 342 robos a lo largo de 2015. En total el valor del material sustraído alcanzó los 3,201 millones de euros, y aunque la cifra se ha reducido notablemente respecto a los 54,573 millones de 2014, sigue siendo la más alta de todas la comunidades.

A pesar de que siguen siendo cifras muy elevadas, 2015 fue el mejor año de los últimos cuatro y de hecho, el número de robos se ha reducido en todo el territorio nacional salvo en la Comunidad Valenciana (donde pasan de 76 robos en 2014 a 109 en 2015), Galicia (que se eleva de 13 a 26 robos en 2015) y País Vasco (que sube de 26 a 36).

Según los expertos la vigilancia adicional que se ha dedicado a este tipo de incidentes ha sido un factor clave. En este sentido, Jordi Jané, conseller de Interior de la Generalitat, explicó que se dedican al patrullaje preventivo de las instalaciones ferroviarias 14.000 horas al mes. Sin embargo, un informe interno de la Secretaría de Estado de Seguridad apunta a la caída del precio de este material en los mercados internacionales. Concretamente, el precio del cobre se desplomó un 24,44% en 2015 y en lo que llevamos de año se anota una caída de casi el 3%.

Estas cifras no relajan al sector tecnológico, que sigue buscando soluciones para frenar estos robos. Las RPAS (aeronaves remotamente tripuladas), conocidas popularmente como drones son ahora el foco de atención, el problema es que la innovación y la tecnología van por delante de la regulación.

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