Los cercanías de Feve paran en 50 estaciones en las que no embarcan ni diez pasajeros al día

Suponen el 45,5% de toda la red dentro del ‘8’asturiano.Soto de Udrión tiene programadas 57 frecuencias diarias pese a aportar solo 6 usuarios
- RAMÓN MUÑIZ | GIJÓN
  @_ramon_muniz_
Viajar en cercanías de ancho Feve supone, la mayoría de las veces, adentrarse en un mundo de estaciones ‘fantasma’ en las que el ferrocarril se detiene a esperar pasajeros que rara vez se manifiestan. La red de ancho métrico (la propia de la extinta Feve) consta de 111 apeaderos activos dentro del ‘8’ asturiano y los números dicen que en cada uno de ellos cogen el tren unos 60 pasajeros al día. Ese es el promedio, pero luego están los casos extremos: en 24 de ellos el ferrocarril no logra embarcar más de 5 pasajeros al día a pesar de las docenas de frecuencias con que lo intenta. En las 50 estaciones que se adjuntan a esta información la empresa pública no contó más de 10 asturianos al día dispuestos a iniciar su trayecto. Suponen el 45,5% de toda la red.

La sucesión de estaciones ‘fantasma’ deleita tanto como crispa al cliente. Por eso hay quien, ante la sangría de pasajeros que sufre el ferrocarril, están planteando suprimir los apeaderos de menor uso. El colectivo ‘Asturias al tren’ enarbola esa idea yfrente a él, Principado, sindicatos y la mayor parte de los partidos políticos rechazan sacrificar parada alguna, propononiendo en cambio «reordenar» las frecuencias para potenciar los servicios semidirectos.

En lo que hay consenso es en la necesidad de hacer un estudio de demanda serio y poner los números sobre la mesa. ELCOMERCIO ha tenido acceso a los registros de Renfe Viajeros (la sociedad que absorbió a Feve a finales del año 2012). Son datos que permiten identificar mejor los márgenes de mejora.

El caso de la línea F-7, Oviedo-Trubia-San Esteban es el más claro. El año pasado los trenes circulaban con el 82,4% de las plazas libres, la mayor desocupación del sistema. Cubrir todo el recorrido exige al ferrocarril de una hora y cuarto, tiempo que es unos 24 minutos más largo que el invertido por el vehículo privado para la misma ruta.

¿Es posible equiparar esos registros sin gastar mucho? Los datos así lo sugieren. Actualmente la línea está compuesta de 20 estaciones y lo más probable es que quien haga el trayecto completo no encuentre un alma en la mitad de ellas. En Soto de Udrión un día laborable el ferrocarril tiene programado detenerse 57 veces, oferta generosa a pesar de la cual Renfe sólo embarcó el año pasado a 5,3 pasajeros al día. Las Mazas está servida con 49 frecuencias diarias, y aporta 1,5 viajeros al día a la red. En la misma ruta Aces y San Pedro de Nora ven al tren detenerse 30 veces cada uno desde las 6.30 horas de la mañana hasta las 22.30 de la noche; el despliegue sólo lo aprovechan 2,4 y 4,7 clientes diarios para iniciar desde el lugar su desplazamiento.

Cada parada le cuesta al tren entre uno y dos minutos de tiempo.Por lo tanto reducir las frecuencias en los apeaderos con menos de 10 pasajeros al día permitiría obtener una amplia gama de viajes semidirectos Oviedo-San Esteban, con ocho paradas intermedias, y una hora de duración. Es un tiempo que ya compite con el vehículo privado.

Fomento planea renovar el ‘blindaje’ del grueso de la red

Que el año termine en elecciones ha terminado por afectar a un buen número de decisiones. Entre ellas la renovación de las denominadas como Obligaciones de Servicio Público, una etiqueta que el Gobierno central concede a los servicios ferroviarios que se compromete a preservar, cargando con el déficit que generen. En diciembre expira la declaración que ‘blindó’ a la red de Cercanías asturiana, en ancho métrico como en ibérico, una caducidad que había puesto en alerta a los sindicatos y al Principado.

Las fuentes consultadas en la dirección de Renfe indican en cambio que «cabe prórroga sobre la última declaración», lo que descarta ningún recorte de envergadura en ciernes. El Presupuesto General del Estado en vigor programaba una cesión de fondos a Renfe Viajeros de 608,7 millones, que el próximo curso apenas se contrae un 0,5%, lo que cimenta la tesis continuista.

La segunda línea con peor ocupación es la F-8 Baiña-Collanzo, que circula con el 74,7% de las plazas sin aprovechar. Exige para hacer todo el viaje de 55 minutos, unos 10 más que el coche. Tiene programado alto en 18 estaciones, y en 6 no salen más de 7 pasajeros al día. La cartelera apenas hace distinciones, y programa que el tren se detenga en todas ellas. De esta forma Santa Ana y Santa Cruz ven parar al ferrocarril 33 veces a lo largo del día, a lo que responden aportando una media de 1,5 clientes. Por contra la empresa estimó que para cubrir las necesidades de La Pereda bastaban 20 frecuencias en día laborable, y resulta que el lugar tiene mayor aprovechamiento, con 2,7 pasajeros embarcados.

Los apeaderos hasta aquí citados están ligados a villas de escasa población, pero también hay casos dentro de los concejos más habitados. En Gijón los del Centro de Transportes, Sotiello, y Tremañes son el inicio del viaje para 2,3; 4,4 y 8,9 usuarios al día, pese a que sus frecuencias se cuentan por treintenas. En Veriña paran 66 trenes de ancho métrico al día, que usan para embarcar 7,9 viajeros. El ancho ibérico tampoco queda al margen. Barros y tres estaciones de montaña de la C-1 figuran bajo el umbral de los 10 pasajeros al día.