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3 noviembre 2015

El ferrocaril español, a toda velocidad

Benjamín López (SPC) domingo, 1 de noviembre de 2015
 
 
Progreso y avance. Con siete líneas en servicio y varios trayectos pendientes de inauguración, España se sitúa como el segundo país del mundo en kilómetros en este tipo de servicio, con más de 32.000
A las ocho de la mañana del 19 de noviembre de 1837 un tren de vapor partía de La Habana, entonces perteneciente a la Corona de España. Fue todo un hito. Se trataba del primer ferrocarril español de la Historia y el primero también en toda Hispanoamérica. El convoy, de fabricación británica, recorrió los 27 kilómetros que separan la capital cubana de la localidad de Bejucal en más de dos horas. A bordo viajaban unas 70 personas, la mayor parte autoridades locales. Casi 178 años después, el pasado 29 de septiembre, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se montó en un AVE a las nueve de la mañana en la estación de Chamartín, en Madrid, para inaugurar la última línea de Alta Velocidad construida en nuestro país, la Valladolid-Palencia-León. También el tren, un Talgo fabricado en España, iba repleto de autoridades nacionales, regionales y locales.
Y es que, casi dos siglos después, el ferrocarril sigue siendo sinónimo de progreso; hoy en día, eso sí, con el apellido Alta Velocidad. Y España se ha convertido en un referente mundial en la materia desde que el 21 de abril de 1992 se puso en marcha la primera línea de estas características, la Madrid-Sevilla, con paradas en Ciudad Real, Puertollano y Córdoba.
Desde entonces, nuestro país se ha colocado en poco más de dos décadas en el segundo del mundo en kilómetros de Alta Velocidad y el primero en proporción al número de habitantes, con 54 kilómetros de vía por cada millón de habitantes, según un reciente estudio publicado por la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea). En total se han construido más de 3.200 kilómetros, solo por detrás de China, que cuenta con 11.000 pero por delante de otras potencias como Japón, Alemania e Italia. Hasta la fecha se han invertido en España 50.000 millones de euros de dinero público en la Alta Velocidad, de los que el 22 por ciento, es decir unos 11.000 millones, proceden de fondos de la UE.
En la actualidad hay siete líneas en servicio; la conexión Madrid-Sevilla, la línea que une la capital con Barcelona y la frontera francesa; el AVE Madrid-Albacete-Valencia y Alicante; la conexión Córdoba-Antequera-Málaga; la Madrid-Toledo; la línea Madrid-Segovia-Valladolid-Palencia-León y el AVE entre Orense y Santiago y entre Vigo y La Coruña.
En los próximos meses, de aquí a final de año o principios del próximo, hay varias líneas más que van a entrar en funcionamiento. Así, por ejemplo, el AVE llegará a Zamora en cuestión de semanas. Las obras ya se han completado, la ministra de Fomento, Ana Pastor, hizo recientemente un viaje de pruebas y ahora mismo se está formando a los maquinistas que operarán esa línea. Así que en breve se pondrán en servicio otros 99 kilómetros de Alta Velocidad (Olmedo-Zamora) que han costado 750 millones de euros y que permitirán completar el viaje entre Madrid y la capital zamorana en una hora y media. Esa misma línea continuará a Orense con lo que en unos años se concluirá definitivamente la línea de Alta Velocidad Madrid-Galicia. 
También se encuentra muy avanzado el trayecto de 135 kilómetros entre Venta de Baños y Burgos. A velocidades máximas de 350 kilómetros por hora los trenes podrán completar el recorrido entre Madrid y la capital burgalesa en una hora y 45 minutos. No hay fecha de inauguración pero lo más probable es que sea en los primeros meses de 2016. Esa conexión de Alta Velocidad continuará hacia el norte, concretamente hasta Vitoria; un tramo de 91 kilómetros que está ahora mismo en fase de proyecto. En la capital alavesa se unirá a la llamada Y Vasca una bifurcación hacia Bilbao y San Sebastián que permitirá unir por AVE Madrid con las tres capitales de provincia del País Vasco. 
Otra de las inauguraciones que llegará en los próximos meses es la del tramo Valencia-Castellón, de 68 kilómetros, que se podrán recorrer en AVE en 20 minutos en lugar de los 45 actuales que tarda el Euromed. Una vez terminada, las tres capitales de la Comunidad Valenciana quedarán conectadas por Alta Velocidad. 
Casi a punto está ya también la línea Antequera-Granada; 126 kilómetros en los que se han invertido 260 millones de euros. Ese trayecto cuenta con el viaducto de Archidona, de 3,15 kilómetros, el segundo más largo de la Alta Velocidad española. E igualmente avanzadas se encuentran las obras del trayecto Alicante-Murcia, de 48 kilómetros; se trata de una conexión que parte del tramo de Alta Velocidad actualmente en servicio entre Albacete y Alicante, a la altura de Monforte del Cid. 
Asimismo, están en marcha ya las obras de la llamada Variante de Pajares, en concreto uno de los túneles que unirán Asturias con León y, gracias a la LAV, Valladolid-Venta de Baños-Palencia-León, se conseguirán notables mejoras en los tiempos de viaje con Madrid. Para el AVE a Asturias, los Presupuestos del Estado de 2016 destinan una partida de 466 millones de euros. 
La línea Plasencia-Badajoz está igualmente en fase de ejecución de las obras; este tramo de plataforma de la nueva línea Madrid-Extremadura se conectará a la red convencional a la altura de Plasencia, desde donde se podrá llegar a la capital a través de la línea convencional existente, en la que también se están ejecutando mejoras. 
De forma casi inmediata, en concreto el mes que viene, entrará en servicio el AVE a Salamanca con la finalización del trayecto entre Medina del Campo y la capital charra. Un tramo de 76 kilómetros que si bien no será puramente de Alta Velocidad, se ha adaptado a trenes AVE para viajar a velocidades de 160 kilómetros por hora y así completar el viaje entre Madrid y Salamanca en menos de 90 minutos. 
 
Retos. Este tramo es un buen ejemplo de lo que se ha empezado a llamar ahora Altas Prestaciones en lugar de Alta Velocidad. Y es que desde Adif explican que la nueva filosofía de la empresa es conseguir «tiempos competitivos» de viaje más que construir necesariamente y en todos los casos vías de Alta Velocidad. Así, se va a poder viajar a Salamanca en una hora y media, unos 30 o 40 minutos menos que el trayecto en coche. Es una manera de disponer de trenes del siglo XXI con tiempos del siglo XXI a un coste menor, más asumible para las arcas públicas, que el que implica el AVE.
En esta misma filosofía se encuadra, por ejemplo, la línea Palencia-Santander, en la que se están ejecutando obras de mejora integral tanto de la electrificación como de la vía. Estos adelantos, unidos a la conexión de la línea con la red de Alta Velocidad en Palencia, revertirán en importantes reducciones en los tiempos de viaje entre Cantabria y Madrid, con una inversión de escasamente 22 millones de euros. 
Y es que los tiempos del despilfarro han terminado. Pese a todo, en estos años de crisis Fomento ha seguido invirtiendo más de 5.000 millones de euros anuales en el desarrollo de la Alta Velocidad. Ana Pastor lo ha explicado en reiteradas ocasiones: «Se ha hecho de una manera eficiente, porque todas las ciudades tienen derecho a tener buena comunicación con tiempos competitivos», aseguraba recientemente. 
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