ELMUNDO.ES
9 octubre 2015
INFRAESTRUCTURAS
Fomento alertó a la Generalitat por la falta de seguridad en el AVE
ACTUALIZADO 09/10/201503:04
Transmitió por carta a los consejeros de Interior y Transporte su temor ante el aumento drástico de los asaltos
Técnicos de ADIF reparan los cables de cobre y de fibra óptica que han sido cortados. Jaume SellartEFE
40 trenes parados y 13.000 personas afectadas. Los problemas de seguridad de las vías del AVE en Cataluña como el que provocó ayer el cese de circulación entre Madrid y Barcelona fueron denunciados ya en septiembre del año pasado y posteriormente, al menos en dos ocasiones, a los responsables de Territorio y Sostenibilidad, Santi Vila i Vicente, e Interior, Ramón Espalader i Parcerisas, respectivamente. A pesar de que ocupa su cargo desde el pasado mes de junio, Jordi Jané, que sustituye a Espalader, también ha sido advertido de los riesgos que conlleva la falta de protección de la infraestructura ferroviaria en Cataluña.
El pasado 20 de abril, el presidente de Adif, Gonzalo Ferre, remitió un escrito al responsable catalán de Interior para alertarle sobre la alarmante situación provocada por los robos de kilómetros de cobre en las vías. Cataluña es, con mucho, la comunidad cuya red ferroviaria es más asaltada y Adif, que cuenta con su propio servicio de seguridad, se ofreció a trabajar coordinadamente con los Mossos d'Esquadra para atajar el problema. En los últimos cuatro años, las bandas que roban cobre han accedido a la infraestructura para llevarse más de 400 kilómetros de cable de cobre. Una de cada cinco incidencias graves en la red ferroviaria en Cataluña es por este motivo.
«Teniendo en cuenta las graves repercusiones que estos robos tienen sobre la seguridad en la circulación, y considerando que no podemos descartar que en los mismos se pueda encontrar el origen de cualquier posible accidente, le solicito de nuevo que se adopten todas las medidas necesarias en el ámbito de sus competencias para poder hacer frente a esta grave situación», expuso Ferre en una segunda carta que seguía a la remitida el 4 de septiembre del año anterior.
Las advertencias se realizaban tanto en términos de atajar los robos como en el sentido del grado de intensidad con el que los ladrones acceden a la infraestructura sin mayores consecuencias.
Escrito del Presidente de Adif al Consejero del Interior y Consejero de Territorio.
Ayer, sin embargo, Vila se despachó contra la falta de recursos del AVE para cubrir este tipo de problemas. El responsable de Territorio y Sostenibilidad de la Generalitat, se confesó «sorprendido» de que el AVE no cuente con mecanismos para garantizar un servicio mínimo en caso de incidencia y que el corte de un cable de fibra óptica paralice la circulación de trenes.
Vila rechazó, además, las críticas de la Ministra de Fomento, Ana Pastor, de que en Cataluña hay más robos que en otros lugares. «Si la línea se mantiene bien y se protege para que el ciudadano no tenga acceso a la vía estas cosas no pasan», afirmó. De esta manera, a pesar de los 400 kilómetros robados y de que la protección de la infraestructura del Estado corresponde a los Mossos d'Esquadra, Vila trasladó, a Adif y Fomento la responsabilidad de evitar el acceso a las vías en Cataluña.
El presunto sabotaje a la red ferroviaria dejó un total de 13.000 pasajeros afectados. Dos trenes circulaban en el tramo afectado en el momento en que se produjo el corte de la fibra óptica, lo que dejó los «ciegos» y rompió su comunicación con el centro de control ferroviario. El caos obligó a Renfe a abrir un sistema de transporte alternativo por autobús hasta que se restableció la normalidad, a primera hora de la tarde.
El corte de la fibra óptica activó el sistema de seguridad de Adif y obligó a estos trenes a detenerse. Las primeras investigaciones apuntan a un sabotaje de la red, ya que los cortes afectaron directamente a la fibra óptica, que es la «columna vertebral» del sistema y que a diferencia de otros materiales como el cobre no tiene valor como mercancía de reventa. Estos cables se encuentran aislados en cajas cimentadas con hormigón parcialmente soterradas y paralelas a la vía.
Además, los asaltantes realizaron un doble corte, atacando la vía principal y el sistema auxiliar, que actúa a modo de reserva cuando falla el primero. Por otro lado, la maniobra se produjo a las 07.00 horas, en plena hora punta, cuando los robos de cobre se concentran habitualmente durante la noche.
La falta de protección de la vía ferroviaria se refleja también el alto número de robos que sufre año tras año, ya sea en el tendido de Alta Velocidad o en el convencional. La infraestructura que gestiona Adif ha sufrido 1.600 robos de cobre en el último año y medio, con un impacto de 16 millones de euros. Esta cifra equivaldría a algo más de 29.000 euros diarios.
Más de la mitad de estos robos se concentra en Cataluña. El administrador ferroviario dispone de un equipo de 1.200 trabajadores destinados a la inspección y vigilancia de la red, que se complementa con un sistema de 8.000 cámaras de vigilancia, 800 pantallas de control y 6.000 kilómetros de vallado. Sin embargo, todos estos recursos parecen insuficientes sin colaboración policial.
