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22 julio 2015

Renfe también puede ser sinónimo de lujo

Por Evasión | 10:01 - 18/07/2015

 

Tren Al Andalus Renfe. Imagen: web Renfe

Aunque parezca mentira, Renfe también puede ser sinónimo de lujo. ¿Cómo? No, no son los Alvia de asientos casi irreclinables, ni los Ave donde no morir de frío por el aire acondicionado es casi tarea imposible. Se trata de una nueva gama de trenes de lujo que la compañía ferroviaria ha puesto a disposición de los turistas con tiempo y posibilidades.

 

 

Trenes con suites y salones donde se ofrece al viajero una comodidad exclusiva típica de un auténtico hotel cinco estrellas, pero sobre ruedas. En ellos, lo único de lo que debe ocuparse el cliente es de elegir el rincón de España que más desee y dejar que le mimen. La ruta del Transcantábrico, Al Andalus o Galicia son algunos destinos que ofrecen estos trenes.

 

Máquinas que incluso arrastran kilómetro tras kilómetro décadas de tradición e historia abordo de sus vagones. Sin ir más lejos, el Al Andalus es un antiguo palacio rodante que se construyó en Francia para desplazar a los miembros de la monarquía británica. Ahora, una vez rediseñado, su estilo Belle Epoque otorga un ambiente señorial que lo convierte en una verdadera joya.

 

Quien suba por su parte al Transcantábrico no solamente conocerá el norte del país, sino que hará un viaje en el tiempo hasta el siglo XX, ya que se trata del tren turístico más veterano de España. Aunque cuenta con todas las comodidades y mejoras técnicas, se respira una atmósfera indudablemente vintage

 

Pero sea cual sea la ruta escogida, todos los trenes cuentan con suites premium - no hay otro tipo de habitaciones - que están diseñadas para que los viajeros disfruten de un elegante y cómodo rincón donde descansar tras un día de turismo. El baño, privado, es espacioso y perfecto para una pareja. Y es que tras muchas remodelaciones los trenes ofrecen un aspecto renovado y todas las modernidades del siglo XXI.

 

 

Toda el mobiliario y suelos son de madera, detalle que proporciona un ambiente cálido. Y aunque cuente con pantallas led, ducha hidromasaje y sintonizador musical, la decoración mantiene la chispa aristocrática que tantos años arrastra. 

 

Los coches salones y zonas comunes son amplias plazas donde se sirven diariamente los desayunos a la carta o las cenas a bordo, aunque el bar está siempre a disposición del cliente por si lo necesita. Además, con las vistas panorámicas de los ventanales los clientes pueden ver en todo momento el paisaje. Y para terminar bien la jornada, espacios como el coche pub ofrece fiestas y actuaciones en directo cada noche para amenizar la velada.

 

Comer a bordo, otro punto fuerte 

 

La gastronomía es otro punto muy cuidado en esta aventura ferroviaria. Tanto dentro del tren como en los restaurantes indicados en el itinerario, los visitantes disfrutarán de los más reputados fogones y chefs del norte a bordo del Transcantábrico, y si lo prefieren el buen vino de jerez o el jamón ibérico de Jabugo les abre sus puertas en el Al Andalus.

 

 

Los que se animen a iniciar esta ruta pueden hacerlo a modo de viaje express con una reserva de 3 días y 2 noches por 814 euros por persona, pero el que prefiera disfrutar del lujo durante una semana entera tendrá que pagar 2.850 euros.

 

Visitas y excursiones

 

Los itinerarios están divididos en determinadas fases para que los viajeros puedan animarse en un solo periodo o en todos ellos. Múltiples actividades están organizadas para no parar en todo el día, pero quien lo prefiera podrá recorrer la localidad por su cuenta y reencontrarse con el personal a la vuelta. 

 

El Al Andalus comienza el viaje en Sevilla, y tras un día de grandes aventuras en la ciudad que tiene un color especial sale hacia Jerez, donde pasa la noche. Allí se inicia la jornada con una visita a una bodega de vino y después de calentar motores los viajeros disfrutarán de un espectáculo. En Ronda, la próxima parada, hay tiempo libre para todos. La noche se hará en Granada y a la mañana siguiente un gran complejo palaciego está a la espera, la Alhambra. La tarde en Granada será una visita libre para que los turistas puedan experimentar el típico tapeo del sur. El quinto día será un viaje de vuelta hacia Córdoba, pasando por localidades como Linares-Baeza y Úbeda, donde se harán un par de paradas.

 

La mañana en Córdoba se deja libre para aprovechar y hacer las últimas compras, y tras el almuerzo, vuelta Sevilla. 

 

Los meses disponibles para esta ruta serían abril, mayo, junio, septiembre y octubre. 

La Ruta Extremeña hace un recorrido desde Sevilla hasta la capital. En Zafra, ciudad de la provincia de Badajoz, es interesante la visita al Museo Nacional del Arte Romano, así como el Anfiteatro y el Teatro Romano, pero para los que no quieran historia hay un hermoso lago llamado Prosperina y una finca de rico cerdo ibérico. La siguiente mañana en Cáceres será de visita libre aunque se recomienda el Museo Vostell. Antes de salir de Cáceres, el Parque Natural de Monfragüe es espectacular y merece visita asegura. Al llegar a Toledo habrá tiempo libre y cada uno elegirá lo que quiere conocer de la ciudad imperial. Antes de finalizar el viaje en Madrid, se hará una parada en Aranjuez para conocer el palacio real y sus jardines. 

 

A quien le guste este plan tiene que ser rápido, porque solo en los meses de junio y marzo el tren inicia su viaje. 

Los que quieran hacer el Camino de Santiago deluxe, esta es la mejor oportunidad. Desde León el tren pasará por Atorga para comer y visitar su Catedral y Palacio Episcopal. En el día siguiente, en Monforte de Lemos, destaca la naturaleza y los paisajes con paraísos como La Ribeira Sacra. El tercer día será jornada en el río Miño, hasta llegar a Santiago de Compostela y visitar la Plaza del Obradoiro y su Catedral entre otros monumentos. A la mañana siguiente los viajeros dejarán el tren para subirse a un barco y disfrutar de un paseo por las aguas de la Ría de Arousa. El tren saldrá para hacer noche en A Coruña y visitar al día siguiente su puerto histórico. Antes de caer el sol llegarán a León donde finalizará el viaje. 

 

Los peregrinos tendrán que aprovechar julio para llegar hasta Santiago, un buen mes para coger los pocos rayos del norte. 

 

Los amantes de los viñedos también tienen una ruta específica. La Ruta del Vino Ribera del Duero y Rioja comienza en Zaragoza para hacer noche en Logroño. En una localidad de allí, Haro, los clientes visitarán una bodega centenaria a la mañana siguiente, así como el Museo del Vino y la bodega Marqués de Riscal. El día siguiente será movidito, ya que esperan dos grandes destinos que finalizarán este itinerario vinícola. De camino a Valladolid la bodega de Denominación de Origen Ribera del Duero es exclusiva y de un gran prestigio, que evidentemente debe ser visitada, al igual que el castillo y las bodegas de Peñafiel. Tras el desayuno de la mañana siguiente pondrá fin el recorrido en la ciudad de León. 

 

Julio y agosto son los meses en los que se inician las aventuras en los mejores viñedos de España.





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