• Los viajeros crecen más del 20%, pero los ingresos suben sólo un 7%
• La factura por usar las vías, clave en el comportamiento de sus cuentas
• Sumando AVE, cercanías y regionales, pierde 64 millones hasta abril

elEconomista.es | Europa Press

Las rebajas introducidas en febrero de 2013 en los servicios de alta velocidad han disparado el número de viajeros y han conseguido también animar los ingresos. Pese a ello, Renfe se enfrenta a costes crecientes por el uso que hace de las vías de alta velocidad, muy caras de operar y mantener.

Las cuentas correspondientes al primer cuatrimestre de 2014, que no han sido publicadas pero a las que ha tenido acceso Europa Press, muestran que los ingresos del negocio de alta velocidad y larga distancia crecieron apenas un 7% respecto al mismo periodo de 2013, hasta los 378 millones de euros.

La cifra palidece si se compara con el número de billetes vendidos, que se disparó más de un 23% en los primeros doce meses de rebajas, y cuyo crecimiento porcentual ha seguido superando los dos dígitos en el primer cuatrimestre.

Pese al comportamiento comercial de la niña mimada de Renfe, no está claro si la unidad sigue siendo rentable, ya que no se han hecho públicos los resultados de cada área de negocio.

La operadora sí que ha publicado datos consolidados para todas sus unidades, sumando tanto el negocio del largo recorrido (AVE y Larga Distancia), como los servicios deficitarios (Cercanías y Media Distancia). Y arrojan pérdidas.

La infraestructura es cara

La división de tráfico de viajeros de Renfe cerró el primer cuatrimestre con ingresos totales de 836 millones de euros (incluidas compensaciones públicas por 207 millones de euros destinadas sólo a los servicios deficitarios), un 7,3% más que en 2013.

Sin embargo, los gastos de la unidad de viajeros se dispararon en conjunto un 8,5%, tanto por el incremento de las operaciones (mover más trenes cuesta más dinero) como por el aumento de de los cánones que Renfe paga a Adif por el uso de la infraestructura ferroviaria. En ese marco, Renfe Viajeros ha perdido ya en lo que va de año 64,7 millones de euros.

De mantenerse el ritmo actual, Renfe cerraría el año con unas pérdidas de cerca de 200 millones de euros sólo en su área de viajeros, sin contar por tanto con su negocio de transporte de mercancías, altamente deficitario.

La operadora pública culpa en buena medida de este comportamiento a lo que paga por circular sobre sus vías, factura que se disparó un 26,8%, hasta los 221,78 millones en el primer cuatrimestre.

Esa cuantía se ingresa por el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), que acumula ya una deuda cercana a los 15.000 millones de euros, y que debe hacer frente a unos gastos de mantenimiento que son especialmente altos en el caso de las líneas de alta velocidad: de 100.000 hasta 200.000 euros por kilómetro de vía doble al año.

Puesto que las tarifas de Adif son comunicadas con meses de antelación a Renfe (los presidentes de ambas empresas públicas son nombrados por Ana Pastor, la ministra de Fomento), y puesto que Renfe es en realidad el único cliente de Adif, el incremento de costes por este capítulo dificilmente podría calificarse como una sorpresa para la operadora pública.

En todo caso, Renfe parece enfrentarse a la dificil ecuación de atraer a muchos más viajeros a la red de alta velocidad (infrautilizada en comparación a otros países de nuestro entorno), teniendo inevitablemente que repercutirles los costes crecientes de un sistema de transporte que no sólo ha costado mucho construir (cerca de 60.000 millones) sino que es además es muy caro de operar y de mantener.