TRENEANDO

Apple podrá usar el modelo de reloj que Hans Hilfiker diseñó para los ferrocarriles suizos

14 octubre 2012

Pacto de caballeros. Pero un sustancial negocio. Apple y los Ferrocarriles Federales Suizos (SBB) han alcanzado un acuerdo sobre la utilización de la imagen de los relojes de las estaciones de tren suizas en dispositivos iPads e iPhones. El acuerdo se ha plasmado en la firma de una licencia, aunque ambas partes han pactado que el importe de la cuota y el resto de detalles de la misma sea confidencial. Los ferrocarriles suizos (Schweizerische Bundesbahn-Chemins de fer fédéraux suisses-Ferrovie federali svizzere SBB-CFF-FFS) acusaron en septiembre a Apple de haberle robado el diseño de los relojes que decoran sus estaciones de trenes para incorporarlo a su nuevo sistema operativo iOS 6.

El reloj de las estaciones de tren suizas fue diseñado expresamente para la compañía ferroviaria del país en 1944. Una característica especial de la esfera del reloj es su aguja de color rojo y en forma de disco, simulando la señalización de un guardia de ferrocarril. El reloj que se puede ver en todas las estaciones ferroviarias suizas es un verdadero clásico del diseño. Fue creado por el ingeniero y diseñador Hans Hilfiker (1901-1993) en 1940. Los Ferrocarriles Federales Suizos (FFS) no querían sólo un reloj preciso que diera la hora exacta para la precisa y puntual comunicación que requiere cualquier organizacion ferroviaria, sino un reloj que también expresara una parte de la identidad nacional.

El reloj de Hilfiker, de un diseño sencillo y claro, prescinde de los clásicos números que singularizaban este tipo de aparatos. Tan solo muestra rayas negras en un fondo blanco para los minutos. Negro también es el horario y el minutero. Sin embargo, el segundero es rojo y destaca en comparación con el resto del diseño: su punta tiene la forma de un disco, parecido al de una clásica señal que antes se usaba para autorizar la partida de los trenes.

El reloj suizo es sinónimo de puntalidad. Algo fundamental para trabajar en el ferrocarril, donde este tipo de aparatos es necesario que se vea desde cuaqluier punto de la estación. De ahí el característico y visual segundero rojo, que a cada vuelta para un segundo y medio.

En estos setenta años de historia ferroviaria el reloj de la estación forma parte de la identidad nacional suiza. Uno de estos preciados objetos forma parte de la colección de cien relojes que Suiza regaló a la ciudad de San Petersburgo en 2003 con ocasión del 300º aniversario de la capital rusa. En el centenario de su independencia nacional, también Noruega recibió de Suiza un reloj ferroviario. Una réplica del reloj ferroviario puede llevarse en la muñeca desde hace años y ya es uno de los diez mejores clásicos del diseño suizo. El Museo del Diseño de Londres y el Museo de Arte Moderno (MoMa) de Nueva York mantienen distintas muestras del objeto diseñado por Hilfiker.

Aficionados del reloj de la estación pueden adquirir copias del original. En 1986 se comercializó por primera vez una colección de copias diseñadas por la empresa Mondaine, la única firma del mundo con licencia para vender réplicas del famoso reloj.

El reloj de Hilfiker no es la única obra que ha impactado en la vida cotidiana de los suizos. El diseñador helvético también inventó las cocinas de módulos intercambiables y estableció las medidas estandarizadas para los componentes de la cocina.

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