Fue el 1 de junio de 1980 cuando comenzó a operar un nuevo servicio ferroviario que unía las ciudades de Madrid y Valencia en cuatro horas y media y con parada en Albacete. Se trataba del Intercity, también conocido como el «tren merienda». Entonces, se definía a estos trenes como de «alta calidad» y los precios para el trayecto Madrid-Valencia oscilaban entre las 1.929 y las 2.491 de las antiguas pesetas e incluían el almuerzo, la cena, la merienda o el desayuno según el horario de circulación. El precio entre Madrid y Albacete oscilaba entre las 1.135 y las 1.461 pesetas. Con el Intercity, que supuso una revolución en las comunicaciones hace ahora poco más de tres décadas, entraron en funcionamiento las primeras unidades de Electrotrén Serie 444, capaces de alcanzar los 140 kilómetros/hora, que se ampliarían seis años después hasta los 160 km/hora. El último Intercity que circuló fue el Irún - Madrid, realizado por el electrotrén de la serie 448, que fue sustituido el 23 de diciembre de 2008 por un Alvia Serie 130.

Un tren que volverá a partir de este lunes, día 24.