Locomotora 31 en Ponferrada
Locomotora 31 en Ponferrada

La joya de la corona del Museo del Ferrocarril de Ponferrada y buque insignia del antiguo tren minero a Villablino encenderá su caldera el próximo 18 de mayo dentro de los actos conmemorativos del Día Internacional de los Museos. El encendido de la emblemática locomotora 31, pertenciente a la extinta Minero Siderúrgica de Ponferrada (MSP), correrá a cargo del ferroviario jubilado Roberto Alonso que, a sus 80 años, es el guardián de esta histórica vaporosa.

Roberto Alonso puede presumir de haber pasado casi cuatro décadas de su vida a bordo de los trenes de la Minero Siderúrgica de Ponferrada (MSP) que transportaban el carbón desde la cuenca minera del Bierzo hacia la capital de la comarca. Aunque se jubiló hace 25 años, este antiguo encendedor de locomotoras, fogonero y más tarde maquinista y mecánico, se mantiene fiel a su cita anual para velar por la buena salud de la locomotora 31, la que fuera buque insignia de la desaparecida compañía minera y actual joya de la corona del Museo del Ferrocarril de la capital berciana.

Fabricada en 1913 en Munich por la empresa alemana Maffei, la locomotora es un modelo Krauss Engerth que hasta 1943 dio servicio a la Sociedad Minera Guipuzcoana en la línea Pamplona-Lasarte. Tras pagar 268.000 pesetas de la época, la MSP la adquirió y la integró en su parque de locomotoras con el número con el que se la conocería desde entonces, el 31. Durante 40 años, la máquina tiró de los trenes que transportaban mercancías, correos y pasajeros hasta que en 1983 quedó dedicada únicamente al transporte de carbón hasta la central de Compostilla, en Cubillos del Sil. Desterrada de Ponferrada desde hacía seis años, en 1989 la vetusta máquina de 41 toneladas fue retirado del servicio y cedió paso a las más modernas locomotoras diésel.

Tras un costoso proceso de restauración llevado a cabo por la Junta de Castilla y León, en mayo de 2011 el entonces consejero de Fomento, Antonio Silván, y el alcalde de Ponferrada en la época, Carlos López Riesco, firmaron el acuerdo entre Ejecutivo autonómico y Ayuntamiento que permitió el retorno de la 31 a la capital berciana y su instalación en el muelle de andenes del Museo del Ferrocarril, en el edificio de la antigua estación de la MSP desde donde tantas veces emprendió su camino. En 2013, tras 24 años en desuso, la máquina volvió a la vida por unos instantes de la mano de los maquinistas Marino Castro y Rafael Martín, en una exhibición que tuvo lugar en el entorno del propio Museo.

Al año siguiente, en junio, se llevó a cabo el hasta ahora último encendido de la 31, ya con Alonso en la sala de máquinas. Emocionado, recuerda la “ilusión” que sintió en ese momento: “Mi abuelo fue ferroviario; mi padre fue maquinista así que lo llevo en la sangre”. Tras un lustro de inactividad, el guardián de este antiguo tesoro lanza un aviso para navegantes: “Como no se encienda pronto, esta máquina se gripará y se convertirá en chatarra”. Ahora tiene la oportunidad de volver a oír su característico sonido, con el encendido de la caldera. Visitantes y vecinos de la antigua estación del tren de Ponferrada volverán a escuchar el pitido inconfundible de la máquina que dio vida a las cuencas del Bierzo y Laciana.

Publicado el mayo 9, 2019|  

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