Ha ocurrido esta noche y cuando apenas había testigos. Las 300 tortugas que hasta ahora vivían en el estanque de la estación de Atocha han sido trasladadas al Centro de Fauna José Peña de la localidad madrileña de Navas del Rey, tras un acuerdo suscrito entre este municipio y el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif). A partir de ahora, ver a las tortugas costará 8 euros.

El traslado, coordinado por Adif y en el que ha participado personal del Centro de Fauna junto a un grupo de profesores de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Alfonso X el Sabio, se ha producido en el mejor horario, informan, para no molestar a los reptiles. Para "procurar el bienestar" y "minimizar el estrés que el traslado pudiera provocarles".

El alcalde de Navas del Rey, Jaime Peral, espera que las tortugas aporten visitante al pueblo. "Las repercusión que va a tener es importante. Esperamos que teniéndolas aquí la gente venga a visitarlas”, afirma.

El estanque de Atocha albergaba en torno a 300 ejemplares de galápagos abandonados por sus propietarios y la instalación sufría una saturación que ponía en riesgo la salud de las tortugas, ya que el estanque estaba diseñado para albergar exclusivamente flora.

Las tortugas han sido reubicadas en un recinto de 300 metros cuadrados del Centro de Fauna que, además de facilitar el acceso a las visitas, ha puesto en marcha una campaña para que las tortugas puedan ser apadrinadas y colaborar de esta manera con su alimentación y cuidados veterinarios. Adif ha asumido el cuidado de los animales durante cinco años. Ha aportado 50.000 euros para el traslado, reubicación y mantenimiento de las tortugas y peces que aloja el estanque.

En su nuevo hogar, las tortugas comerán pienso seco "y de vez en cuando les daremos carne, porque son carnívoras", afirman un veterinario del Centro de Fauna José Peña. Les daremos también fruta y verdura porque conforme van creciendo van siendo más vegetarianas".

Una vez trasladadas todas las especies animales y vegetales, se han iniciado las obras de supresión y posterior pavimentado del estanque para reconvertirlo en espacio destinado al desarrollo de acciones no comerciales de educación ambiental, sensibilización social y difusión cultural.

Asimismo, "este nuevo espacio podría contar con una zona expositiva permanente en la que se refleje la historia del espacio, la problemática medioambiental del abandono de mascotas y la compraventa ilegal de especies invasoras", cuentan desde Adif.