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10 abril 2018

Patines para que cualquier tren supere la velocidad del sonido

Una «start-up» prueba una plataforma «low cost» de levitación magnética que permite trasladar bienes y personas a más de 300 km/h

  • Hace unas semanas tenía lugar una prueba real del invento en Treviso (Italia). Durante el test se movió un Tesla de cinco toneladas de peso
    Hace unas semanas tenía lugar una prueba real del invento en Treviso (Italia). Durante el test se movió un Tesla de cinco toneladas de peso
 
 

 

 

 

 

 

09 de abril de 2018. 17:17h

 
 

Tras diez años de profesión dedicado a construir robots para aplicaciones industriales, el ingeniero italiano Adriano Girotto decidió dar un nuevo paso y llevar esa misma tecnología a la vida cotidiana. Ese fue el inicio de Ironlev, un prototipo de tren de levitación magnética que se acaba de presentar en Treviso, al norte del país.

El proceso hasta aquí, aunque así lo parezca, no ha sido nada fácil. El inventor tuvo que crear su propia empresa, Girotti Brevetti, y asociarse con Ales Tech, otra «start-up» nacida de la colaboración y el trabajo de sus miembros con el desarrollo de Hyperloop (el tren bala del emprendedor americano Elon Musk). Hay que recordar que Hyperloop es la apuesta del dueño de Tesla, quien pretende crear un sistema de ferrocarril en el que los vagones viajen sin tocar las vías gracias a imanes que lo hacen levitar y lo acompañan durante el movimiento (un sistema que ya existe y que permite a los trenes japoneses alcanzar más de 400 km/h). Si además de la levitación magnética, todo el sistema se introduce en un tubo al vacío (con lo que se evita la resistencia del aire), se consigue al menos en teoría que el tren alcance los 1.200 km/h.

 

El reto del Hyperloop de Musk es el elevado precio de la construcción (entre 52 y 72 millones de dólares por km respecto a los 15,7 de un AVE, según se hacía público hace unos meses). Y aquí es donde el prototipo Ironlev entra en acción. Lo que propone el equipo con su patente es sustituir los imanes superconductores o electroimanes alimentados por electricidad, que están tanto en la vía como en la estructura del tren, por una plataforma en cuya base se sitúan cuatro patines con imanes. Estos serían los encargados de crear un campo electromagnético generado directamente con las vías de hierro ya existentes en los actuales trazados de tren convencional. De esta forma, se consigue la levitación, o lo que es lo mismo un tren sin pérdida de energía por la fricción, libre de alimentación eléctrica y además barato, porque evita tener que cambiar las vías ya existentes tanto de largas distancias como de metropolitanos de ciudad. Se podría usar también en sistemas para grabar cine, montañas rusas, ascensores, 

sistemas de aparcamiento automatizados, etc. Sólo en vías ferroviarias convencionales, calculan que el sistema podría aplicarse a los 1,5 millones de kilómetros de red ya existente en el mundo. Todo sin necesidad de realizar ninguna obra ni adaptación de la infraestructura.

Como han comprobado hace escasos días, su invento funciona. Los cuatro ingenieros que han creado Ironlev convocaron a la prensa para demostrar que con esta curiosa plataforma de patines podían mover un vehículo Tesla de cinco toneladas a lo largo de 25 metros de vía convencional. «Con la levitación magnética pasiva es posible mover 10 toneladas con la misma fuerza que se requiere para trasladar 10 kg. Sólo se necesita energía para poner en marcha el vehículo, que puede circular a velocidades superiores a las del sonido, aunque esto dependerá del tipo de trazado», explica Gir

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