Amigos del Ferrocarril organiza siete rutas con el Tren Prestige, formado por los antiguos coches cama de lujo de los años 20. Los viajes serán entre el 2 y el 8 de diciembre para celebrar el 150 aniversario de la llegada del tren a Extremadura

Guadalupe Moral
14/11/2016

Directamente del Museo del Ferrocarril de Madrid a las vías de Extremadura. El Tren Prestige, uno de los cinco coches restaurantes de la antigua Compañía Internacional de Coches Cama, fabricados entre 1924 y 1929, volverá a circular por la región. Lo hará solo durante una semana, entre el 2 y el 8 de diciembre, con un único objetivo: recordar y conmemorar la llegada del ferrocarril a Extremadura hace 150 años.

Como si de los años 20 se tratara, cualquier nostálgico o amante del tren podrá volver a subirse o hacerlo por primera vez en los míticos coches cama que han recorrido el país y buena parte de Europa durante años y que ahora son parte viva del Museo del Ferrocarril.

Además, los viajes son a precios asequibles a pesar de ocupar trenes de lujo. Las siete rutas planificadas por distintos puntos de la región oscilan entre los 30 y los 60 euros por persona (hay descuentos para los niños) e incluyen algunas visitas guiadas por instalaciones ferroviarias y comidas o almuerzos con productos de la tierra. «Es una oportunidad única, poder llenar uno de los cuatro trenes de lujo de España a precios asequibles, en otros eventos similares los billetes han costado hasta 300 euros», explica Ángel Caballero, el presidente de la Asociación de Amigos del Ferrocarril, el colectivo promotor de esta actividad que ha contado con la colaboración de la Junta de Extremadura.

150 plazas en cada ruta

El Tren Prestige tiene capacidad total para 150 personas –cada vehículo tiene entre 30 y 40 plazas– y los billetes se pondrán a la venta esta semana a través de renfe.com. Con estos siete viajes a bordo del Prestige, se cierran los actos que se han celebrado este año para conmemorar el 150 aniversario del ferrocarril Ciudad Real-Badajoz y de la primera relación internacional con Portugal mediante el viaje de Isabel II a Lisboa que tuvo lugar en el año 1866.

«Es una forma de devolverle al ferrocarril todo lo que nos ha dado a los extremeños», indica Caballero, que apunta que con estos viajes además de conmemorar tal efeméride se busca también «reivindicar las mejoras necesarias en el ferrocarril en la comunidad así como fomentar los productos, recursos y empresas de la comunidad», indican.

Los cinco coches que conforman el tren fueron adquiridos por Renfe en 1988 a la Compañía Internacional de Wagons Lits (CIWL), fabricados entre 1926 y 1930. Habitualmente estos coches eran independientes y circulaban con otros trenes, no formaban una unidad. El propósito era modernizarlos y formar con ellos una composición de época para realizar trenes chárter de lujo.

El aspecto original

La transformación se llevó a cabo en 1991. En la reconstrucción interior se aprovecharon las maderas nobles existentes, conservando su decoración y aspecto original. A cada uno de ellos se le incorporó una cocina y uno cuenta también con una barra de bar, por eso dispone de solo 25 plazas. Exteriormente se les dio su color azul original y techo gris. En 1999 Renfe cedió los vehículos al Museo del Ferrocarril de Madrid Delicias, que, desde entonces, los gestiona y comercializa, para realizar servicios especiales, turísticos, charter,... según informa el presidente de Amigos del Ferrocarril.

Los cinco coches restaurante adquiridos por Renfe, construidos en Reino Unido, Francia y España, fueron los siguientes. WR. 3580; WR. 3566; WR. 4067; WR. 4078 y WR. 2746. En la reforma se cambiaron los fuelles de intercomunicación entre coches por burletes de goma, se instaló el freno de aire comprimido y se sustituyeron los antiguos bogies por unos nuevos tipo GC-3, que les permiten circular a 160 kilómetros por hora. «Pero en nuestras rutas por Extremadura no alcanzaremos esa velocidad porque el destino es el tren», precisa Caballero.