No se puede decir que la conversión de la vieja vía del tren entre Vilagarcía, Caldas y Portas sea uno de esos proyectos que llevan años metidos en un cajón y que, cada cierto tiempo, los políticos desempolvan. Y es que no hay que ir mucho más allá de febrero de este año para encontrar la raíz de una iniciativa que busca rescatar del olvido una línea de ferrocarril centenaria, lanzándola hacia un turismo ecológico, accesible y lleno de posibilidades. Hace unos días, el Adif daba a ese proyecto un empujón definitivo. Según explican desde el Administrador de infraestructuras ferroviarias, «en el último consejo de Administración, celebrado el 30 de septiembre, se aprobó la desafectación para el servicio ferroviario del tramo Vilagarcía-Portas».

Tras adoptar ese acuerdo, este ha sido trasladado a los alcaldes afectados. En Vilagarcía y Caldas, los socialistas Alberto Varela y Juan Manuel Rey, muestran su satisfacción por lo que califican, casi usando las mismas palabras, como «una noticia que, aunque esperada, resulta muy satisfactoria». En Portas, Víctor Estévez (PP) se mantiene a la espera de noticias oficiales sobre un proyecto que considera cargado de posibilidades para su municipio.

El paso dado por el Adif resulta fundamental para desbloquear el camino de la que habrá de ser la primera Vía Verde de Galicia. Eso sí, el camino que queda por recorrer es largo y sinuoso. Explican desde el administrador de infraestructuras ferroviarias que ahora toca «iniciar la tramitación de los contratos correspondientes» para que los terrenos afectados por el proyecto vuelvan a manos de los concellos en cuestión.

Y luego tocará hablar de financiación. La conversión de la vieja vía en una Vía Verde precisará de una buena inyección económica. Y es que el recorrido se encuentra, tras ocho años de abandono pertinaz, en unas pésimas condiciones. «Hay tramos que están muy destrozados», reconoce Víctor Estévez. «Hay sitios en los que hasta han robado raíles y otros que están intransitables», sentencia este regidor.

En Caldas, sin embargo, los raíles están «casi completos», pero la maleza campa a sus anchas. «Ofrece el aspecto de todas las cosas que llevan años sin recibir un mínimo mantenimiento», razona el alcalde. Juan Manuel Rey confía en que este escenario cambie pronto. De momento, sentencia, toca «centrarnos en redactar el proyecto», para lo que el alcalde de Vilagarcía ya tiene previsto convocar una reunión.

Financiación

En ese encuentro se hablará, también, de a qué puertas será necesario llamar para conseguir fondos con los que convertir en realidad lo dibujado sobre el papel. El pasado viernes, el Concello de Vilagarcía reservaba un papel destacado en esta cuestión a la Diputación de Pontevedra. Ayer, desde Caldas, el también socialista Juan Manuel Rey ponía el punto de mira bastante más lejos. «Yo creo que para este proyecto tendremos que recurrir a financiación europea», señala el regidor.