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28 junio 2016

RETRATOS CALLEJEROS

De camarera en el Transcantábrico al tren turístico

 


25/06/2016

 
 
  • De camarera en el Transcantábrico al tren turístico -
    De camarera en el Transcantábrico al tren turístico -
 

 

CARMEN TAPIA | TEXTO

SECUNDINO PÉREZ | FOTOGRAFÍA

«Lo que es un lujo es poder comer y dormir todos los días con mi hija». Ana María Miranda Álvarez dejó un trabajo como camarera en uno de los cinco mejores trenes turísticos del mundo, el Transcantábrico, para conducir uno turístico de gasoil de 55 plazas que recorre durante media hora los principales monumentos de la ciudad de León.

Ana es Ana chu chu para los niños de León. Los alumnos de los colegios son sus más fieles clientes durante el invierno, meses en los que el tren tiene menos movimiento turístico.

Con 38 años y una hija, decidió dejar el seductor tren de cinco estrellas y presentarse ante su jefe actual en Atracciones Medina para pedir trabajo como conductora. «Yo tenía el carné para conducir autobuses y me presenté a este trabajo porque quería estar más tiempo con mi hija a la que sólo veía cada tres semanas». Desde entonces han pasado tres años.

Media hora de viaje da para mucho. Su simpatía y su carácter extrovertido ha conquistado a los turistas, que ven en ella un apoyo más en su visita a León. «A veces les doy mi teléfono para que me llamen si necesitan algo». Y como conductora turística asume su trabajo más allá de sus obligaciones. Después del recorrido oficial por Botines, la Catedral, la muralla, San Isidoro, San Marcos, el Paseo de la Condesa, Guzmán, Ordoño y San Marcelo, Ana recomienda otros enclaves no incluidos en el trayecto como la Plaza del Grano, la Plaza Mayor o La Lola. «Lo mejor es el trato con la gente que viene de fuera, que son muy abiertos. Me satisface mucho ayudar a los turistas».

Lo peor de su trabajo es afrontar las averías del tren en pleno trayecto. «No es muy habitual, pero recuerdo una vez que se rompió la correa en Guzmán. Tuve que explicarles que tenían que bajarse y llamé inmediatamente al jefe».

Este es el tercer año de Ana como conductora del tren. También vende los billetes. «Estudié EGB, hice cursos para azafata de congresos, fui camarera en el Gambrinus y promotora de promociones en El Corte Inglés», relata como parte de su currículum.

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