LaVozdegalicia.es

17 julio 2015

El tren del lujo navegó en O Grove y visitó Fefiñáns

Los pasajeros de «Al Ándalus» apenas tocaron ayer Vilagarcía para desplazarse de inmediato a los centros turísticos de O Salnés

SERXIO GONZÁLEZVilagarcía / La Voz, 17 de julio de 2015. Actualizado a las 05:00 h.

Aunque llegó temprano, el convoy llamó la atención en la estación mientras sus pasajeros viajaban en bus hacia A Toxa.AMPLIAR IMAGEN

FOTOS MÓNICA IRAGOAunque llegó temprano, el convoy llamó la atención en la estación mientras sus pasajeros viajaban en bus hacia A Toxa.

 

Resulta difícil desprenderse de una cierta sensación de frustración tras el fugaz paso de Al Ándalus por Vilagarcía. Me explico. No es que el convoy no respondiese a las expectativas, aunque el apelativo de «tren más lujoso del mundo» probablemente tenga más que ver con la ocurrencia de un agresivo publicista que con la realidad de un convoy sin duda impactante pero, según uno de los ocupantes que pusieron pie en la estación arousana, «necesitado que le den alguna que otra vuelta». En diez minutos, más o menos, la veintena de escogidos pasajeros que cubren el Camiño de Santiago sobre hierro resolvieron toda su relación con la ciudad.

Adiós entre la bruma

 

Apenas un vistazo al discutible urbanismo que se ha llevado por delante el antiguo glamur de la Perla de Arousa antes de encaramarse de inmediato a lo alto de un señor autocar, el mismo que emplean los viajeros del Transcantábrico en sus desplazamientos por carretera, y desaparecer entre la bruma de las nueve y cuarto de la mañana. El destino de la comitiva, ahora sobre ruedas, estaba en O Grove y A Toxa, donde la organización había previsto el consabido embarque y singladura entre bateas. Y finalmente en la plaza de Fefiñáns, en Cambados, y sobre todo en sus bodegas. El último peldaño, Pontevedra, donde subieron de nuevo al tren.

 

 

El patronato de turismo

 

El sabor de boca que deja esta breve experiencia se parece mucho al poso amargo de las oportunidades perdidas. Por aquellas cosas del azar, en la víspera de la escala del «tren más lujoso del mundo» se reunían en Vilagarcía munícipes y sectores económicos involucrados en el desarrollo turístico de la localidad. Quieren constituir un patronato y buscan ideas. Bien. No estaría mal que tomasen nota de las palabras de Acacio Rodríguez, financiero madrileño que ocupa una de las butacas antaño destinadas a las posaderas de la familia real británica. «Con nosotros viajan franceses, gente de Extremadura y dos operadoras turísticas norteamericanas, unas bróker de Atlanta que no dejan de hacernos preguntas técnicas». Obviamente están tanteando el terreno. No es ninguna tontería. Nadie paga 3.000 euros por un pasaje de cinco días entre León y Galicia para nada. Están recorriendo rutas y echándole el ojo a las más interesantes. «No entiendo -concluye Acacio antes de tomar el autobús- que este tren, por ejemplo, realice este trayecto solo dos veces al año cuando tiene potencial para recorrerlo veinte, treinta o cuarenta veces». En efecto, el convoy, de 450 metros de longitud, volverá la próxima semana. Y punto final. Un bizcocho y hasta el año que viene a las ocho.

 

 

Las ideas

 

 

No sé. ¿No tiene Vilagarcía nada que ofrecer a quien sí está en disposición de gastar su dinero? Cortegada, algún pazo, navegar, siempre tan difícil aquí... Ah, el patronato.

Pin It