Retrato en tren de la sociedad

José Luis López Amigo realiza una radiografía de la España actual en su segunda novela, 'Historias de un cercanías'

NACHO SÁEZ | SEGOVIA

José Luis López Amigo, este sábado en la librería Intempestivos. / Rosa Blanco

Aunque cada vez sea más un ‘rara avis’, todavía hay quien viaja en transporte público sin ir ensismimado con el ‘smartphone’ o la ‘tablet’. De una persona así va la segunda novela de José Luis López Amigo (Madrid, 1964). ‘Historias de un cercanías’ se centra en un observador viajero (Arturo Gamallo, protagonista de la obra) que cuenta las vidas que imagina de quienes van con él en el tren y la suya propia. Es un relato de imaginación y prejuicios a través del cual J. L. L. Amigo –que así firma sus obras– realiza una radiografía de la sociedad española actual.

Este trabajador del ente público ferroviario Adif e inesperado escritor –comenzó a escribir en 2010– habla de «EREs, mujeres de toreros, ‘ninis’...», según afirma. «Es una novela que utiliza lo que todos hacemos: prejuzgar», explica. Pero J. L. L. Amigo, que presentó su novela este sábado en la librería segoviana Intempestivos, no habla de los prejuicios como algo negativo. «Prejuzgar es bueno; nos permite crearnos una barrera porque lo desconocido nos da miedo. El ser humano siempre trata de protegerse, aunque es verdad que también nos priva de conocer a personas que pueden ser muy interesantes», reflexiona.

Cada estación en la que se detiene el tren en el que viaja el protagonista de la historia –que completa la ruta entre Villalba y Madrid– compone un capítulo de la novela, la segunda de este autor, que antes escribió ‘Dama ardiente’. ‘Historias de un cercanías’ encierra una crítica que, explica el autor, se desvela al final de la obra. Y no es sobre esos prejuicios tan presentes en la sociedad. «Si digo lo que quiero criticar con esta novela estoy desvelando el final de la misma, pero es un tema del que actualmente no se puede hablar en España a pesar de que nos ocurre todos los días. Ocurre demasiadas veces pero no sale en los periódicos, ni se puede hablar de ello en la radio, ni nadie lo dice», enfatiza J. L. L. Amigo, que solo deja caer que «una sociedad con EREs, con gente a la que despiden, con familiares que se mueren, que no tiene alicientes, está abocada a...». Y ahí lo deja.

«El ser humano es social»

Desmiente al mismo tiempo que todo el mundo se encierre en su móvil cuando viaja en tren. «Descubres a gente que va mirando por la ventana, gente que va pensando en sus problemas, gente que va a observando a los demás... Cada viaje es un mundo, cada recorrido es de una manera... También hay mucha gente que habla. El ser humano es social y necesita socializarse», concluye. Él ha visto en sus habituales viajes en tren a personas que van leyendo su novela. Apenas tiene promoción, pero su objetivo es que ‘Historias de un cercanías’ llegue al menos a una parte de esos 16.000 trabajadores de Renfe y Adif para los que el tren es uno de los epicentros de su vida.