Zoom News
12 enero 2015
Recorrer el sur en el tren Al Andalus, una experiencia inolvidable
Se trata de una joya ferroviaria con los avances técnicos de última generación, que permiten al viajero disfrutar del máximo confort y seguridad
El tren parte de Sevilla y recorre Cádiz, Jerez, Ronda, Granada, Baeza, Úbeda y Córdoba
DAVID SENDRA DOMÈNECH
El tren Al Andalus.
El Tren Al Andalus cuenta con todos los ingredientes para convertirse en uno de los Trenes Turísticos de Lujo más importantes del mundo. Es un tren-hotel espacioso y lujoso, con un interiorismo y confort que agradaran a los paladares más exigentes. Su atractivo interior se conjuga con su despliegue exterior de actividades y visitas perfectamente organizadas y una gastronomía inmejorable.
En su formato de 6 días, el tren recorre Cádiz, Jerez, Ronda, Granada, Baeza, Úbeda y Córdoba, partiendo de Sevilla. Este palacio sobre ruedas nos acerca a la cultura andaluza en un viaje a través de los sentidos. Al entrar, el pasajero retrocede en el tiempo, a aquellas épocas glamurosas y románticas de viajes Pullman, donde la elegancia y distinción vibraban. Este inolvidable viaje discurre por el sur de España, por su arte y cultura y, cómo no, su gastronomía y costumbres.
Este inolvidable viaje discurre por el sur de España, por su arte y cultura y, cómo no, su gastronomía y costumbres
Durante los días de recorrido, el Tren Al Andalus se convierte en la casa del pasajero. Es su salón, su lugar de encuentro, su bar y su dormitorio y, gracias a que los vagones están conectados, en un agradable paseo. Es aquí donde se amanece y donde se descansa. El paisaje, siempre cambiante, hace de ésta, una casa única y diferente. Al contrario que otros trenes turísticos, éste descansa en la estación durante la noche, para ofrecer al pasajero el máximo descanso. Los coches-salón, diseñados para la relajación, evocan paz y glamour. Taza de café en mano, uno deja vagar la mirada en el horizonte, a través de los amplios ventanales por donde se suceden los paisajes andaluces. En total comodidad, este hotel rodante se convierte en atalaya de contemplación y el pasajero se ve mimado y cuidado con esmero por la tripulación, convirtiéndose en un privilegiado por poder disfrutar del viaje.
Cada día, tras la cena en su vagón restaurante, se disfruta de una velada de ocio, con actuaciones en vivo, curso de cocina, danza, etc., cerrando el círculo de un fabuloso día que uno espera no acabe nunca. Precisamente la cena es un punto interesante del viaje por la gastronomía. La cocina andaluza cuenta con muchos productos de fama mundial y los chefs del tren han sabido imprimirle aires renovados a la tradición mediterránea y andalusí para ofrecer auténticas delicatesen maridadas con vinos españoles. Menús equilibrados entretradición, creatividad e innovación. La comida es un punto muy fuerte del Tren Al Andalus, que ya apunta maneras en su variado desayuno buffet. Los almuerzos en cambio, son siempre en ruta, en algún encantador restaurante en la ciudad que se esté visitando en ese momento.
Los coches-suite fueron construidos en Francia a finales de los años 20 y eran utilizados por la Monarquía británica para sus desplazamientos vacacionales
Tras el merecido descanso y un copioso desayuno para dar energías, se da inicio a las visitas con un autobús de lujo que lleva a los pasajeros hasta el destino final, a las visitas programadas, siempre acompañados de la guía del tren y los guías locales. Es, pues, un viaje para descansar, para pasear. Ropa y calzado cómodo, sin exigencias ni etiqueta extra, para poder disfrutar del tour que les llevará a admirar el show de la danza de caballos en Jerez, a un tablao flamenco o una visita especial de la Alhambra de Granada, o a un Museo del Aceite en Baeza, entre otros, sin olvidar la Catedral de Sevilla o la Mezquita de Córdoba. Las sorpresas irán sucediéndose para agrado del pasajero.
Claro está que para disfrutar de un buen viaje, hay que tener un excelente descanso. Es aquí donde el Tren Al Andalus imprime también su carácter ofreciendo al viajero un espacio diseñado para el descanso y la intimidad. Los coches-suites están decorados de forma elegante, con un baño completo de proporciones más que considerables para ser un tren, y una habitación con cama de matrimonio o individuales, de generosas dimensiones. Ofrecen dos formatos: superior y estándar, siendo la diferencia la cama (matrimonial o individual) y los extras ofrecidos.
Los coches-suite tienen su particular historia: fueron construidos en Francia a finales de los años 20 y originalmente eran utilizados por la Monarquía británica para sus desplazamientos vacacionales entre Calais y la Côte d’Azur, la Riviera francesa. No extraña que se mantenga ese aroma a Belle Époque marcada por la elegancia, la comodidad y la amplitud.
