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7 agosto 2014

La Ruta Jacobea... en tren

Llega a Santiago el segundo «train & breakfast» para peregrinos comodones

 

07 de agosto de 2014

 

Los peregrinos tomaron ayer el tren en Monforte con destino a Ourense y hoy llegarán a Santiago. N. SENRA

Imagínese que es usted un peregrino haciendo el Camino de Santiago y que esta noche duerme en Ponferrada y mañana se despierta en Monforte. Cómodo, ¿verdad? Especialmente si el sueño transcurre en una cabina gran clase de un talgo y, al levantarse, le espera un desayuno buffet en el vagón restaurante. Así cualquiera hace el Camino de Santiago o, al menos, una parte. No se ganará la Compostela, pero sus piernas ser resentirán menos. Eso es lo que pensaron un centenar de viajeros que este mes se apuntaron al train & breakfast que Renfe puso en marcha para hacer la Ruta Jacobea de una forma diferente.

No todo el pasaje, desde luego, se alistó a caminar tras la flecha amarilla. Una parte hace turismo de forma más relajada. Cuando el tren arriba a la ciudad, los peregrinos son trasladados en autobús al punto de partida de la etapa que toca -la de ayer fue Triacastela-Sarria- y el resto dispone de la mañana para visitar la ciudad o hacer lo que le plazca. Lo que es seguro es que el tren, un talgo con veinte coches, seguirá estacionado y abierto como si fuera un hotel rodante que, al fin y al cabo, esa es la idea.

«A nosotros nos pareció una idea fantástica» explica Lorena que viaja con su marido y sus tres hijos de 18, 16 y un año: «Para una familia como nosotros es perfecto, porque podemos poner en práctica diferentes opciones: Hoy, el mayor hizo la etapa larga; su padre y el mediano, la corta y yo me quedé con la peque», añade. «Para mí ha sido como una prueba -explica José María, un catalán de 64 años-. El año que viene seguro que hago el Camino completo... aunque aún tengo que convencer a mi mujer». La señora, de momento, no camina, prefirió irse de tiendas por Monforte.

Visitas guiadas

Mari Carmen y Pedro, una pareja de Zaragoza, tampoco tienen ningún interés en las etapas del Camino de Santiago, pero sí en las ciudades que el tren visita: «Es una opción muy buena para visitarlas sin tener que usar el coche», aseguran.

La idea es que las tardes se aprovechen con itinerarios guiados. El de ayer se dividió entre Allariz y las termas ourensanas, después de que el ferrocarril saliera de Monforte a las cinco de la tarde con destino a Ourense y un pasaje más o menos ya cargado con una etapa jacobea o, cuando menos, con una mañana de turisteo por la ciudad del río Cabe. La ventaja es que, mientras viajaban, pudieron darse una ducha reparadora en su cabina o, simplemente, observar el paisaje de la Ribeira Sacra a la vez que cargaban pilas para la siguiente caminata tomando un refrigerio a bordo del vagón restaurante del segundo train & breakfast de espíritu jacobeo.

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