TRENEANDO

La Administración, en guerra contra el conejo

 

 

Dicho así, a lo bruto, sin miramientos, el lector pensará que alguien se ha vuelto loco. Pero no es para tomárselo a broma. Resulta que el simpático conejo es unos de los principales enemigos del ferrocarril. Y con tal temido adversario no hay lugar para las chanzas. Este mamífero lagomorfo de la familia laporidae, como le describen las enciclopedias, se atrinchera en las zonas de exclusión del AVE, donde no puede acceder ni los cazadores ni sus perros, horadan como queso gruyere el terreno y socavan la zona superficial de los terraplenes y trincheras, lo que en múltiples ocasiones provoca una disminución de la estabilidad de las infraestructuras.

 

Este tipo de animales son muy prolíficos y su multiplicación arroja cifras espectaculares. Una coneja puede parir hasta ochenta gazapos en un año. Es un animal gregario y territorial que, en óptimas condiciones de terreno y alimento, prefiere vivir en largas y complejas conejeras. En ellas habitan de seis a diez individuos adultos de ambos sexos. De hábitos nocturnos y crepusculares, se alimenta desde que anochece hasta que amanece y pasa la mayor parte del día en sus madrigueras. Este mamífero está incluido en la lista de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza como una de las cien especies exóticas invasoras más dañinas del mundo.

 

El conejo tiende a refugiarse dentro de las madrigueras (cados) que, a tal fin, escarba en zonas de tierra blanda. Estos cados pueden ser pequeños, de pocos metros con dos o tres bocas, o por el contrario, verdaderos laberintos de cientos de metros e innumerables bocas de entrada y salida de los animales.

 

En Quintanar de la Orden (Toledo) se lleva a cabo un estudio piloto cuyo objetivo es la eliminación del problema. Los conejos estaban ocasionando daños ostensibles en algunas zonas colindantes con infraestructuras de ferrocarril o carreteras. Y la zona con mayores daños se localizaba en la citada localidad toledana, lindante con Mota del Cuervo, Villanueva de Alcardete y El Toboso.

 

El director general de Montes y Espacios Naturales de Castilla-La Mancha, Javier Gómez-Elvira, explica que el programa-piloto se inició el pasado miércoles, 23 de abril, en los terrenos colindantes con la Carretera Nacional-301 a la altura de Quintanar de la Orden. En los tres primeros días se han atrapado casi 150 ejemplares con la modalidad de hurón y capillo, con la que se captura el conejo en vivo. El programa continuará durante los próximos días y, después, la consejería estudiará su posible puesta en marcha en otras zonas de Castilla-La Mancha.

 

La caza del conejo con hurón es algo muy normal en muchos puntos de la geografía española. Es una actividad de caza ancestral, que permanece viva en muchos lugares de España. El hurón se mete en uno de los cados y él solito se encarga de sacar a los conejos de la madriguera, aunque a veces se encela con la pieza y se queda dentro, sin que ninguna artimaña surja efecto para su salida, lo que pueda llevar horas.

Gómez-Elvira cree que la operación se ha saldado con éxito y que es factible utilizar este método en los lugares donde se detectan la presencia masiva de conejos. Agricultura trabaja en la firma de un convenio con Adif, el Ministerio de Fomento y la Consejería de Fomento para agilizar estos trámites y permitir que se actúe con celeridad cuando se compruebe la existencia de daños en algunas zona sensible para las infraestructuras viarias.

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