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12 diciembre 2013

15 presos rehabilitan la antigua estación de tren de Zestoa

-El proyecto, un programa piloto impulsado por Aranzadi, tiene por objeto la reeducación y reinserción de los reclusos

-Erkoreka tacha la política penitenciaria del Gobierno central de vengativa

San Sebastián 11 DIC 2013 - 14:16 CET

 

 

Garitano (primero por la izquierda) y Erkoreka (con bufanda) visitan las obras de rehabilitación de la antigua estación de tren de Zestoa, desarrolladas por 15 reclusos de Martutene. / JAVIER HERNÁNDEZ

 

Desde principios de noviembre 15 presos de la cárcel de Martutene rehabilitan la antigua estación de tren de Zestoa. Un edificio que se dejó de utilizar en 1986 y que fue construido en 1926 por Ramón Cortazar. La experiencia, impulsada por la sociedad de ciencias Aranzadi, tiene por objeto "impulsar la mejora de los servicios penitenciarios y de los programas de reeducación y reinserción" de los reclusos.

El programa, que cuenta con una financiación de 25.327 euros, se desarrollará a lo largo de 20 días, y los presos que participan han recibido tanto clases prácticas como teóricas, éstas, sobre derechos humanos, igualdad de género y cultura del País Vasco. Además, una vez que finalice la experiencia, los internos, la mayoría en tercer grado, recibirán una cualificación profesional en operaciones auxiliares de revestimientos continuos en construcción, "una formación que mejorará sus expectativas de reinserción social", según han explicado los impulsores.

El acto de presentación ha contado con la presencia del consejero de Justicia, Josu Erkoreka, y el diputado general de Gipuzkoa, Martin Garitano, en representación de las dos instituciones que han financiado el proyecto, además del secretario general de Aranzadi, Juantxo Agirre, y el teniente alcalde de Zestoa, Rubén Alberdi.

Los objetivos del programa piloto, además de "posibilitar a los reclusos una formación y experiencia laboral que facilite su inserción social y laboral", abarcan desde dignificar la función de reinserción social de los centros penitenciarios, la colaboración entre administraciones para potenciar la rehabilitación de los reclusos y la recuperación de un conjunto de edificios emblemáticos, que forman parte del patrimonio cultural de Euskadi, entre otros. Cinco alumnas de Criminología de la UPV acompañan a los presos en todo el proceso.

 

"Únicamente mediante la implementación de itinerarios sociolaborales se contribuye a evitar la desocialización de la población presa. Únicamente mediante el fomento de actuaciones formativas, educativas y laborales que posibiliten la autonomía de las personas presas la reintegración real de estas en la sociedad será real. Únicamente se reducirán las posibilidades de recaer en el delito, si existe una opción real distinta de vivir del delito", ha remarcado Erkoreka, que ha aprovechado su intervención para criticar la política penitenciaria del Gobierno central.

El también portavoz del Gobierno vasco ha defendido que el Ejecutivo de Mariano Rajoy "concibe la pena como castigo, como venganza". "La contumaz negativa del estado a realizar la transferencia en materia de instituciones penitenciarias no ha sido obstáculo para que este Gobierno trabaje en la configuración de un modelo penitenciario propio, desarrollando una labor coordinada con las direcciones y equipos de tratamiento de las prisiones y con las entidades que en Euskadi trabajan con personas presas, estableciendo para ello recursos de inclusión que contribuyan como el que hoy hemos presentado a impulsar la salida de prisión de esas personas", ha concluido su intervención Erkoreka.

El programa, según han precisado desde Aranzadi, ha contado también con la participación y colaboración de la Dirección General de Instituciones Penitenciarias, dependiente del Ministerio de Interior, que ha sido la que ha dado luz verde al proyecto, ha seleccionado a los presos que han participado además de brindar asesoramiento y las pautas que ha seguido el programa.

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