Renfe se queda 'colgada' por un capricho de Simeone

20/08/2013 (06:00)

Entrar en una estación de tren como la de Santa Justa a las dos menos cuarto de la madrugada, en semipenumbra, y con un puñado de agentes de seguridad como únicos responsables de tan enorme y diáfano espacio es una situación extraña donde las haya. El pasado domingo, el Atlético de Madrid jugó a las once de la noche en Sevilla y, debido a ese evento, Renfe programó tres horas después un AVE especial a Madrid-Atocha. Pero la clase preferente de ese convoy, donde se previó que viajara la expedición colchonera, se quedó finalmente vacía por un cambio repentino de planes del entrenador rojiblanco, Diego Pablo Simeone.

La empresa recibe habitualmente este tipo de solicitudes cuando los equipos de la Liga tienen compromisos a horarios tan extraños. Aunque también se decide simplemente poner algún tren de refuerzo dentro del horario habitual si hay algún evento relevante, no sólo deportivo. Pero en esta ocasión, Renfe conoció pocos días antes de la salida del AVE especial que el Cholo prefería regresar a la capital de España en un vuelo chárter. El avión partió a las 2:30 horas del Aeropuerto de San Pablo para tres cuartos de hora después aterrizar en Barajas… sin que ganara mucho tiempo el equipo en su vuelta a casa tras ganar en el Sánchez Pizjuán…

En esta ocasión, Renfe se quedó sin sus viajeros vips, para decepción de los atléticos a bordo, que ansiaban cruzarse con sus ídolos, y resignación de los dos responsables de la cafetería. Esta pareja de trabajadores son socios abonados del club del Manzanares y asumen sin problemas y con agrado dicha jornada de trabajo en horas intempestivas, y por la que sus compañeros jamás se pelearían. Así, entre los refrescos y cafés que iban despachando a los somnolientos clientes, contaban multitud de anécdotas vividas en anteriores viajes similares, también a Sevilla o a Zaragoza.

Los agentes comerciales de Renfe son los que acaban asumiendo como interesante la idea de disponer un tren especial para aficionados, prensa y equipo. Para promocionar la venta, los precios son irrisorios comparados con la tarifa habitual. Un viaje Sevilla-Madrid en la madrugada del lunes, en el mejor tren de la flota española, costaba sólo 25 euros y 20 si ese trayecto conformaba la mitad de un billete de ida y vuelta.

A pesar de que muchos viajeros eran ajenos al fútbol -turistas que retrasaron al máximo el regreso de sus vacaciones para ahorrase unos eurillos-, un tren con horario tan especial se justificó de mala manera. Si Santa Justa daba sensación fantasmagórica de madrugada, la gigantesca estación de Atocha a las cuatro y poco de la mañana conformaba un marco desolador. El reguero de viajeros salió a la calle a través de un camino custodiado por guardias de seguridad (también en horario especial). Una vez fuera, decenas de taxis libres esperaban con su luz verde para realizar una carrera extra en una solitaria noche de agosto en la capital de España.

Parece que lo que no mueva el fútbol no lo mueve nada. Precisamente, este lunes el FC Barcelona alcanzó un acuerdo con el Ayuntamiento de la ciudad para asumir los costes que supondrá mantener abierto el Metro una hora más de su horario habitual. El objetivo es dar servicio a los aficionados culés para después de la vuelta de la Supercopa de España, que se jugará el próximo miércoles 28 a partir de las 23:00 horas ante el Atlético de Madrid. El club azulgrana pagará de sus arcas 30.000 euros por ese servicio, que el alcalde de Barcelona se negaba a asumir con dinero de los contribuyentes. Lo que no ha trascendido es si el Atlético tuvo que abonar algo a pesar de dejar vacíos tres vagones de clase preferente tras sumar sus tres primeros puntos en la nueva Liga.