expreso

4 marzo 2013

Siguiendo el Tren de la Robla por Cantabria, al calor de la olla ferroviaria

FEVE_Las_RozasLa olla ferroviaria, como modo de cocinar determinados guisos, tiene su origen en las ollas que fabricaban los trabajadores del expreso de La Robla. Guisos de patatas y carne, fueron inicialmente los elaborados, aunque las alubias y otros ingredientes han pasado a formar parte de esos humeantes pucheros.

Una manera de descubrir mejor dónde se inició esta manera de guisar es recorrer el muncipio de Las Rozas de Valdearroyo, por donde circulaba un tramo de este expreso de La Robla, y de camino, parar en algún pueblo a degustar un contundente plato de cocido.
La ruta discurre por los parajes naturales del municipio de Las Rozas de Valdearroyo, en los valles del sur de Cantabria, siguiendo el recorrido de las antiguas vías del Ferrocarril de la Robla, que atravesaba el municipio.
Esta línea férrea, inaugurada en 1894, transportaba la hulla desde Palencia y León a los altos hornos de Bilbao. Hasta 1981, pasó por ella el tren hullero y en 1991, fue cerrada hasta 2003, que se recuperó para el paso del Transcantábrico y de servicios de pasajeros que enlazan la ciudad de León con la de Bilbao.
Uno de los municipios donde paraba este tren era Las Rozas, cuya estación ha sido rehabilitada como albergue y cuenta con cuatro habitaciones y un jardín ecológico en la zona de los arcenes y solares de carga abandonados.
De la extensión total que ocupa el municipio, casi un tercio se corresponde con la superficie del pantano del Ebro, una obra que causó un profundo cambio en el medio natural de la zona e, incluso, obligó a cambiar el trayecto de las vías.
Alrededor, se divisa un paisaje de transición entre el de montaña y el de la meseta, con bosques de robles, hayas, acebos y abedules.
Expreso. Redacción. J.R
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