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22 mayo 2018

SINIESTRO EN EL SUBURBANO

Un juzgado investiga si el sistema de cierre de las puertas del metro de Barcelona causó un accidente

TMB reconoce que hay modelos que pemiten que el convoy se ponga en marcha aunque no estén bien cerrados los vagones

A una mujer se le quedó atrapada la muñeca al intentar entrar en el tren cuando ya se cerraban las puertas y fue arrastrada unos 50 metros

J. G. Albalat

Barcelona - Lunes, 21/05/2018 | Actualizado a las 23:01 CEST

 

Vídeo del accidente en el metro de Barcelona investigado por el juez.
 

Vídeo del accidente en el metro de Barcelona investigado por el juez. / periodico

Un juzgado de Barcelona está investigando si el sistema de seguridad del cierre de las puertas del metro de la capital catalana es correcto y si su modificación provocó que una pasajera se quedara atrapada y sufriera un gravísimo accidente que le destrozó una pierna y la cadera. Por ahora, han declarado como imputados dos jefes de área y, en nombre de Transports Metropolitans de Barcelona (TMB), su consejero delegado, Enric Cañas. La compañía ha reconocido que los convoyes del modelo 5000 (como el accidentado)  pueden iniciar su marcha aun sin estar las puertas de los vagones totalmente cerradas, al permitir un hueco de 2,5 centímetros. En los manuales de estos trenes no figura este aspecto y a los conductores no se les explica. “Arrancamos cuando los indicadores nos advierten que las puertas están cerradas y lo comprobamos por los retrovisores. Si las puertas no están cerradas, el tren no tira”, han explicado a EL PERIÓDICO empleados del metro barcelonés  

Sin  embargo, el grosor de la muñeca de la mujer, superior a los 2,5 centímetros, plantea más dudas sober si la explicación de la compañía es suficiente. Sobre las 15.30 horas del 3 de julio del 2015, Núria Carrera Altarriba, que entonces tenía 63 años, accedió a la parada del metro de Vall d’Hebron de la Línea 5. Había quedado con unas amigas para tomar un café. Tras llegar al andén, vio que el convoy estaba parado y se dirigió hacia él. Las puertas empezaron a cerrarse (después de que sonara el pitido tras el cual los pasajeros no deben entrar, según el testimonio del conductor) y, para impedirlo, introdujo el brazo. Quedó atrapada y no podía sacarlo. El tren inició entonces la marcha. El conductor no observó nada extraño. La mujer dio un pequeño salto para subir al estrecho estribo que los vagones llevan en la parte exterior. Resbaló y su pierna izquierda fue a parar a hueco que hay entre el metro y el andén. Fue arrastrada durante unos 50 metros, hasta que un viajero accionó el freno de emergencia.

A consecuencia de las heridas sufridas, se le ha concedido la invalidez para trabajar. “Conducía, iba a la piscina, hacía yoga y me gustaba mucho el senderismo. Ahora no puedo hacer nada. Mi pierna izquierda se ha quedado inútil, con la rodilla rígida. Prácticamente no tengo cadera”, afirma la mujer que, con dificultades, se mantiene en pie gracias a unas muletas. Durante seis días estuvo en la unidad de cuidados intensivos bajo coma inducido. Desde entonces ha sido sometida a una decena de operaciones quirúrgicas. No solo lucha para recuperarse, sino para averiguar qué produjo el accidente que le ha “destrozado la vida”, según sus palabras.

Gráfico sobre el accidente en el metro de Barcelona - Vall d'Hebron

 

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