TRENEANDO

El tren circula ya por el tramo de vía anegado

 
 
 
 
 
 
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El tramo de vía ferroviaria entre las estaciones sevillanas de El Sorbito y Arahal que quedó cortado a la circulación el pasado miércoles día 29 de noviembre por el descarrilamiento de un tren ha quedado reabierto este sábado a las 9.00 horas. Un portavoz del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) precisa que, desde esa hora, la vía se encuentra abierta, aunque aún quedan pendientes algunos trabajos para terminar de reparar la señalización de la zona que no impiden la circulación de trenes. Desde Renfe indican que los trenes ya pueden pasar por ese tramo, como lo hizo a mediodía un Media Distancia de la línea Sevilla-Málaga.

Los servicios técnicos de Adif han estado trabajando esta semana en la reposición de la vía afectada por la crecida imprevista del río Guadaira el pasado miércoles y que ha mantenido cortada la circulación ferroviaria en la línea de ancho convencional Bifurcación de Utrera-Fuente de Piedra, que une las provincias de Sevilla y Málaga. Este viernes ya avanzaban que la previsión es que los trenes pudieran empezar a circular este sábado y este fin de semana quedase restablecida la circulación ferroviaria.

Los trabajos se han centrado en la consolidación del terreno afectado por las lluvias, tanto en la vía como en los caminos de acceso, para que puedan actuar los vehículos de obra y los dos trenes taller enviados a la zona, uno por cada lado. En el punto donde los daños son mayores, es necesaria la actuación de un tren de balasto y, posteriormente, de una bateadora.

La operadora explica que, según una estimación inicial, desde que se cortó la circulación ferroviaria en ese tramo el pasado miércoles y hasta este sábado por la mañana desde Renfe se ha transbordado por carretera, en el marco del plan alternativo habilitado al efecto, a los viajeros de un total de 64 trenes. Se trata de viajeros de las líneas Sevilla-Málaga y viceversa, Almería-Granada-Sevilla y viceversa, y de la línea Sevilla-Osuna, que son los trenes que circulan por ese tramo durante la semana.

El Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF) asegura que es la primera vez, desde su puesta en servicio hace 26 años, que las lluvias han anegado el tramo donde se produjo el accidente. A la espera de las conclusiones definitivas de la investigación interna, y que se remitirán a la Comisión de Investigación de Accidentes Ferroviarios (CIAF) en un plazo de tres meses, “los datos conocidos hasta el momento apuntan a que una gran avenida de agua anegó el cauce y descalzó la vía donde se produjo el descarrilamiento”. Adif continuará en los próximos días con las investigaciones abiertas internamente para esclarecer las causas del descarrilamiento.

Aemet remitió a Adif avisos específicos sobre la intensidad de lluvia, con una periodicidad de 6 horas y una vigencia de 24, para los puntos identificados en las líneas. Tras varias alertas, a las 6.00 horas del día del siniestro se recibió un aviso sobre inexistencia de alarma por lluvias a partir de las 7.00 en esa línea y se mantuvo la vigilancia en cabina por un tren de la mañana para observar el estado de la línea. Un maquinista de una circulación anterior alertó sobre las 7.30 horas de la existencia de agua en un punto no clasificado como inundable, en el kilómetro 25 (a seis del accidente), se examinó el punto indicado y se suspendió la circulación en este punto.

Posteriormente, desde las 9.23 horas, al detectar que el agua había bajado lo suficiente, se restauró el tráfico a una velocidad limitada de 5 kilómetros por hora, y a las 9.55 se incrementó la velocidad a 30, y con esta limitación de velocidad circuló el tren por este punto, no existiendo otras restricciones de velocidad donde ocurrió el descarrilamiento. Tras el descarrilamiento, a las 12.17, se recibió en el Puesto de Mando de Adif información de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) que alertaba de la crecida del Guadaíra en el término de Arahal.

Un grupo de las personas que resultaron heridas -un total 37 y dos de ellos graves- estudia posibles responsabilidades en vía administrativa por mal funcionamiento de la Administración que puedan derivarse del siniestro, es decir, por una acción judicial no penal, la cual llevaría a un juzgado de lo contencioso administrativo, según informó este viernes el Bufete Osuna Abogados, que explicó que el daño ocasionado con el accidente ferroviario “podría derivar en una responsabilidad patrimonial de la entidad pública Adif, que se encarga de la infraestructura de los ferrocarriles, tras la decisión de abrir la vía a pesar del estado de la misma fruto de las malas condiciones climáticas que convirtieron el terreno en un barrizal”.

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