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30 enero 2017

O PORRIÑO

Imagen:M. MORALEJO

Heridos en el accidente del Tren Celta denuncian el silencio de Adif

«Si a fin de mes no me llama el juzgado, me persono con abogado», dice un afectado

E. V. PITA 
VIGO / LA VOZ 29/01/2017 05:00

Varios heridos en el accidente del Tren Celta que se saldó con cuatro muertos y 48 heridos en O Porriño hace casi cinco meses planean personarse en la causa. Están molestos por el silencio de la operadora ferroviaria Adif y el juzgado. La jueza empezó hace diez días a citar a los lesionados e interrogarlos pero quedan otros que no han recibido la notificación, lo que les preocupa debido a que desde que fue el accidente no volvieron a saber nada más ni nadie se puso en contacto con ellos. Por eso, estudian tomar cartas en el asunto y personarse de forma privada en el proceso judicial.

Un pontevedrés que se identifica como José explica que está preocupado por la falta de contacto con la compañía y el juez. Contempla ya la posibilidad de personarse en la causa como acusación particular para reclamar una indemnización por sus lesiones y secuelas. «Si a finales de mes no recibo ninguna citación, tendré que moverme por mi cuenta, contratar un abogado y personarme con él», dice.

José y su esposa sufrieron contusiones dentro de un vagón el 9 de septiembre y necesitaron asistencia médica en urgencias del Hospital Álvaro Cunqueiro. Tras recibir las curas, continuaron viaje a Oporto la misma tarde del siniestro. Él se fracturó una costilla y, tras meses de convalecencia, acaba de recibir el alta laboral. Su esposa sufrió varios golpes en una pierna y le salieron unos bultos, aún visibles. «Son lesiones que molestan todavía», dice el perjudicado. Y añade: «No nos hemos olvidado, seguimos con pequeñas secuelas».

Hace quince días, según relata, su mujer recibió una citación del juzgado y fue interrogada la pasada semana. La magistrada le preguntó si confirmaba que ella iba en el tren y si podía identificar qué número de asiento ocupaba pero, al parecer, no indagó sobre ninguna cuestión relativa a cómo ocurrió el accidente. Ni a la entrada ni salida del interrogatorio, la perjudicada no se cruzó con más afectados. Al término de la vista, la titular le comunicó que tenía derecho a personarse por su cuenta.

El marido, que no fue llamado a declarar por el momento, sopesa entrar de forma privada en el proceso, sobre todo porque «de Adif no tenemos nada» desde que se produjo la colisión mortal. «Estamos a la espera de lo que diga el juzgado, de si se está moviendo de oficio o no porque aún no he recibido notificación para declarar», añade el perjudicado pontevedrés.

El Tren Celta descarriló cuando entraba en una zona de vías en reparación en la estación de O Porriño, por la cual debía desviarse de carril y pasar de largo hacia Tui. La investigación posterior de Adif detectó posibles fallos en las agujas y una velocidad inadecuada para ese tramo, limitado a 30 kilómetros por hora.

 

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