El juicio por un accidente laboral ocurrido en septiembre del 2007 se celebrará cuando falten pocos meses para que cumplan diez años del suceso, si no aparecen nuevos inconveniente. Debería haber comenzado ayer la vista oral para analizar las eventuales responsabilidades penales por un desgraciado suceso ocurrido en las obras del AVE en el 2007, con varios días por delante al estar citadas más de cincuenta personas entre testigos y peritos, pero no ha sido así. La revisión previa de la documentación, cuando ya estaba en el juzgado de lo penal a la espera de la celebración de la vista, permitió detectar lagunas en la instrucción. No estaban, al parecer, suficientemente notificadas ni se habían cubierto todos los trámites exigibles con las distintas compañías de seguros que puedan tener implicación a la hora de concretar las responsabilidades civiles. La causa ha vuelto, por ello, al juzgado de Instrucción número 1 de O Carballiño, con el fin de que se complete esa fase previa.

En este asunto figuran como acusados cuatro técnicos con distintos grados de responsabilidad en la obra de construcción de uno de los tramos de la línea del AVE de Ourense a Santiago, que ejecutaba Ave Maside UTE, una unión temporal de empresas formada por FCC y Comsa.

La fiscalía no acusa, al entender que en el proceder de los técnicos no hubo responsabilidad penal, pero sí lo hacen tanto la familia del fallecido como de los otros lesionados, que ejercen la acusación particular.

Llegarán al banquillo, con esa salvedad, el ingeniero autor del proyecto, el jefe de obras, el técnico de seguridad y también un topógrafo. Las acusaciones particulares aprecian, con distinto grado de responsabilidad, delitos de homicidio por imprudencia, lesiones y delitos contra los derechos de los trabajadores.

Cuatro heridos

El accidente se había producido pasadas las seis de la madrugada del viernes, 7 de septiembre del 2007, en la contrucción del viaducto del Arenteiro, del que entonces se decía que con sus 1.444 metros era el más largo de España de sus características. La rotura de unos cables que sujetaban el tablero del viaducto en construcción provocó el siniestro. Se desplomaron entonces, como consecuencia de los sucesivos movimientos, alrededor de 150 metros de viaducto.

Uno de los trabajadores, vecino de Vigo que entonces tenía 44 años, perdió la vida. Otros cuatro operarios, de nacionalidad portuguesa y edades comprendidas entre los 21 y 38 años, habían sufrido también lesiones de distinta consideración como consecuencia del mismo suceso.