La joven arrollada por el tren en Llodio se despistó cuando cruzaba un paso poco señalizado

Dos chicas atraviesan el paso donde perdió la vida Irune. / SANDRA ESPINOSA

Adif anuncia tras el accidente mortal que está redactando el proyecto para construir un paso alternativo

MARTA PECIÑA

Las localidades de Llodio y Arrigorriaga continuaban ayer consternadas por el trágico siniestro sufrido por la joven Irune F., que perdió la vida el lunes tras ser arrollada por un tren de mercancías en la estación de Areta cuando cruzaba las vías. Pese algunas hipótesis barajadas en un principio, todos los indicios apuntan a que la chica, de 19 años, sufrió un fatal accidente al no percatarse de la llegada del convoy. Los testigos aseguraron a la Ertzaintza que la joven pudo despistarse «con el móvil», y que esa quizá fue la causa de que no oyera el pitido del tren que se acercaba en esos momentos a la estación. A ello se suma el hecho de que el paso entre andenes apenas está señalizado con un cartel que reza ‘Cuidado al cruzar. Trenes circulando en ambos sentidos’.

El siniestro se produjo a las 17.35 horas, cuando Irune F., residente en La Peña (Arrigorriaga) e hija única, descendió del tren con la intención de encontrarse con su novio, que la esperaba al otro lado del andén, para pasar la tarde en Orozko, donde iban a disfrutar de las fiestas de San Antolín. La chica cruzó por detrás del tren de cercanías del que acababa de bajar y que estaba parado antes de continuar con su viaje en dirección a Llodio. Cuando se disponía a avanzar sobre el paso reservado a los peatones fue atropellada por un convoy de mercancías que circulaba en dirección contraria. «Quizás por el ruido del cercanías al arrancar no se percató de que otro tren circulaba en sentido contrario y la arrolló», señalaron fuentes policiales. La conmoción también afectó al maquinista, que sufrió una crisis de ansiedad y tuvo que ser trasladado al hospital.

Líneas de 150 años

Nada más conocerse el accidente cundió el malestar en Llodio por la falta de medidas de seguridad. La estación de Areta carece de pasos alternativos para evitar que los peatones tengan que cruzar las vías. En ese sentido, la empresa responsable de las infraestructuras ferroviarias, Adif, explicó que redacta un proyecto para solucionar el problema. «El estudio determinará qué tipo de paso, subterráneo o en voladiza, se tiene que implantar», señalaron las mismas fuentes, que enmarcan el trabajo en el programa de obras de accesibilidad: «La línea tiene 150 años y algunas estaciones son de los años 30».

Los viajeros de la línea Bilbao-Orduña reclaman desde hace tiempo mejoras en las estaciones y en los trenes, que tienen problemas de acceso para personas con problemas de movilidad. La estación de Areta está automatizada. Aunque dispone de expendedoras de billetes y canceladoras para acceder a los andenes, no hay personal que controle el tráfico ferroviario, ni medidas de seguridad adicionales para los peatones que regulen su paso entre los andenes.