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14 mayo 2015
Un atropello desvela graves deficiencias de seguridad en la estación de Arenys
Un joven murió arrollado tras acceder al andén por un lugar prohibido | La falta de personal incrementa la inseguridad en las estaciones
Mataró - Maresme | 10/05/2015 - 11:02h | Última actualización: 10/05/2015 - 11:41h
Redactor Local
Instantánea del atropello en la estación de Arenys de Mar Sandra Sanchís
Arenys de Mar.- Recién remodelada en 2013 la estación de Renfe de Arenys de Mar (Maresme) evidencia graves deficiencias de seguridad que fomentan las imprudencias, especialmente en aquellos que suben al tren sin billete y que ya han propiciado que el consistorio reclame más medidas de seguridad. Las vallas perimetrales no impiden el acceso a los andenes, por lo que cientos de personas diariamente acceden a las instalaciones ferroviarias poniendo en peligro sus vidas, como sucedió el pasado jueves cuando el tren arrolló a un joven de la localidad.
Poco después de las 9,45 horas, el tren que accedía a la estación de Arenys procedente de Canet de Mar, arrollaba a Felipe P.R. un joven de 38 años, que había accedido al andén por la zona donde acaba la valla perimetral roja, un punto al que se accede sin impedimentos a través de una jardín paralelo a la N-II. Felipe, iba con los auriculares y no percibió la llegada del tren, por lo que cruzó, como hacía habitualmente hacia el andén en dirección Calella y fue brutalmente golpeado hasta caer a la zona de vías y quedar bajo el último vagón del convoy.
El alcalde de Arenys de Mar, Estanis Fors, se mostró consternado por la noticia y lamentó las imprudencias que a diario se cometen en la estación, pero también la facilidad con la que se permite que aquellos que viajaban sin billete pueden acceder, así como la poca vigilancia que hay en la zona. Fors, aseguró que pedirá a Adif, responsable de las infraestructuras ferroviarias, que imponga mayores medidas de seguridad ya que en la zona también hay una valla de alambre que permite acceder a las vías desde el otro extremo, en la playa de la Picòrdia y que está rota a causa de los actos vandálicos.
Impunidad para los delincuentes
Por su parte, fuentes de Adif, lamentaron el incidente, pero insistieron en que la legislación española prohíbe cruzar las vías por lugares no señalizados para ello, con sanciones de hasta 6000 euros. Son conscientes que las conductas imprudentes les superan, por lo que serían partidarios de iniciar una campaña pedagógica de sensibilización a gran escala. “Si reparamos la valla, a las cuatro horas vuelve a estar agujereada” lamentan, aduciendo lo elevado del coste de mantenimiento que supone. Recuerdan además que reforzar el perímetro “nadie dice que tenga que ser Adif quien lo haga” por lo que los consistorios afectados también pueden colaborar e incluso aportar vigilancia de la policía local.
El 28 de julio también se cumplirá un año de un grave atropello en Mongat, precisamente por una causa similar, pasar por una zona no señalizada. En aquella ocasión, el accidente acabó con la vida de un niño de 11 años. El alcalde, Francesc Garcia Arrocha, cargó contra los responsables de Adif y Renfe a los que recordó "que alguien no había hecho bien su trabajo" en referencia a las deficiencias de seguridad detectadas.
La línea R1 de Cercanías Renfe no está exenta de polémicas en cuanto a disfunciones que afectan a la seguridad. El tramo entre Montgat y Blanes suma constantes accidentes, a menudo por cruzar las vías por lugares no indicados y por la falta de mantenimiento de las vallas que deberían blindar el acceso. En las estaciones, las quejas de los usuarios son recurrentes ya que la reducción de personal, en muchos casos deja desprotegidos a los usuarios ante cualquier eventualidad. Prueba de ello son la ausencia de personal de venta de billetes, cuya labor recae ahora en los concesionarios de las cantinas y bares.
En estaciones como la de Arenys de Mar, también es constante la intervención de los Mossos d'Esquadra ante el gran número de conflictos violentos y de tráfico de droga que se producen en su interior. Por ello, fuentes del cuerpo policial admiten que las estaciones acaban siendo un punto de encuentro habitual de delincuentes, que se encuentran muy cómodos en las instalaciones ya que el personal de seguridad privada que eventualmente y durante pocas horas vigila las estaciones, no interfiere en sus trapicheos. En cuanto a la seguridad en los accesos, los Mossos apuntan que no serían partidarios de vigilar permanentemente los accesos a una instalación que gestiona una empresa privada, aunque sí establecer algún tipo de colaboración, como hacen "siempre que somos requeridos".
