ELCOMERCIO.ES

13 mayo 2013

GIJÓN

Muere un vecino de Veriña de 70 años arrollado por un tren de Feve

E. S. P. estaba desbrozando el seto que cierra la finca de su casa, casi pegada a la vía, y no se percató de que se acercaba el convoy

13.05.13 - 01:44-

Poco más se sabe sobre las circunstancias que rodearon al accidente, ocurrido minutos antes de las siete de la tarde. Todo hace indicar que el hombre no se percató de la proximidad del ferrocarril -que cubría línea Gijón-Candás- o que, de haberlo hecho, no tuvo tiempo suficiente para encontrar un lugar en el que ponerse a resguardo. El tren se lo llevó por delante, provocando su muerte prácticamente en el acto.

Lo cierto es que el seto de la vivienda apenas dista un metro de las vías y que entre la línea férrea y la finca no existe ningún tipo de valla o cierre. También es posible que el ruido de la desbrozadora, de gasolina, impidiera que E. S. P. pudiera percatarse de que un tren se aproximaba en ese momento hacia él a toda velocidad.

Hasta el lugar del accidente se desplazaron dos unidades del Cuerpo Nacional de Policía, además de una forense y varios empleados de la compañía ferroviaria Feve. El punto donde quedó tendido el cuerpo del hombre es un espacio de complicado acceso al que solo se puede llegar a través de las vías.

Además, el camino a la vivienda -una ramificación de la carretera de Avilés, en lo alto de la avenida de la Argentina-, está prácticamente pegado a la vía férrea y no existe apenas separación entre el espacio reservado al paso de peatones y vehículos y la infraestructura ferroviaria. Identica situación se da al otro lado de la vía, en una carretera sin salida que algunos vecinos de la zona aprovechan para estacionar sus vehículos. En este caso, tan solo unas zarzas separan la calzada de la casa, con la vía de ferrocarril en medio, por lo que apenas hay problemas para que los peatones crucen por este lugar.

Imprudencias y despistes

La muerte de E. S. P., vecino de Veriña de 70 años, recuerda a otras ocurridas recientemente, en las que también hubo víctimas por culpa de un despiste o una imprudencia. En octubre del año pasado, una pareja de gijoneses de 86 y 82 años fallecía tras ser arrollados en Villabona por un tren de mercancías. Habían acudido a un cementerio ubicado en al cementerio de Veyo. Tras limpiar la lápida de un familiar, decidieron volver al apeadero de Villabona-Tabladiello, pero se desorientaron. Una vez localizadas las vías, decidieron seguirlas hasta alcanzar la estación. No se dieron cuenta de que venía el tren, que terminó arrollándolos. En marzo de 2012, un hombre perdió la vida en el apeadero de Pinzales. Se encontraba en la caja de vías cuando un tren que cubría el servicio entre Gijón y El Berrón se lo llevó por delante.

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