Feve quedará extinta el 31 de diciembre, 1.026 trabajadores se integrarán en Renfe y los 797 restantes harán lo propio con el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif). Ésta es la previsión que el Ministerio de Fomento expuso el miércoles en la primera reunión de la que se ha dado en llamar 'mesa trasversal' y en la que están sentados representantes laborales de las tres empresas ferroviarias implicadas en la operación. El equipo de Ana Pastor tiene prácticamente perfilado el listado de los trabajadores que mudarán de sociedad a falta de recolocar a los entre 164 y 167 adscritos ahora a la estructura de dirección y oficinas.

Una vez cerrada la lista, Fomento se la pasará al Ministerio de Hacienda para que dé su visto bueno. El departamento de Cristóbal Montoro logró imponer un criterio en esta integración: que los cambios no supongan aumento de costes de personal. En la práctica, el requisito supondrá que en Renfe Operadora convivan dos plantillas con tablas salariales diferentes.

El movimiento del ministerio, de verse ratificado, supone garantizar el mantenimiento de los puestos de trabajo. Las partes se han comprometido a valorar la posibilidad de firmar, antes de que termine el año, un convenio colectivo de tres años para cada sociedad.