Madrd, 10 oct (EFECOM).- La operadora ferroviaria pública Renfe está inmersa en una estrategia de internacionalización que le permita contar con nuevas fuentes de ingresos para compensar la previsible pérdida de mercado en España, por la apertura a la competencia del tráfico de viajeros en 2020.

La compañía, que comienza mañana la explotación de su primer negocio internacional, el AVEentre La Meca-Medina, acaba de adjudicarse, junto con Adif, un proyecto de alta velocidad para unir las ciudades de Houston y Dallas/Fort Worth, en el Estado de Texas (EEUU) por un importe que no ha sido desvelado.

Se trata del primer proyecto del mundo 100 % privado, propiedad de la compañía americana Texas Central, que generará unos beneficios económicos en el estado norteamericano que podrían alcanzar los 36.000 millones de dólares durante los próximos 25 años.

Tras la primera fase como asesores técnicos en el desarrollo, diseño y construcción, está previsto que Renfe y Adif asistan en los planes posteriores de operación y mantenimiento para la puesta a punto del servicio, incluyendo la operación de los trenes, el mantenimiento de los equipos y otros servicios relacionados con la comercialización de billetes.

En el denominado "AVE del desierto", con servicio comercial entre las ciudades saudíes de Medina y La Meca, que comenzará mañana, Renfe participa junto a otras firmas a través del consorcio hispano-saudí Grupo Al Shoula. Inaugurada oficialmente el pasado 25 de septiembre, cubrirá en el futuro 450 kilómetros de recorrido en dos horas y media.

Es el mayor contrato logrado hasta la fecha por compañías españolas en el exterior, con una ejecución que supera los 7.000 millones de euros.

En cuanto al mercado ferroviario estadounidense, Renfe ya había intentado convertirse en asesor de la autoridad ferroviaria del estado de California para la explotación del primer AVE del país, que enlazará Los Angeles y San Francisco, pero en noviembre del año pasado perdió el concurso ante el grupo alemán Deutsche Bahn.

La operación, valorada en 30 millones de dólares (unos 25,2 millones de euros), era una apuesta más estratégica que económica.

El Reino Unido, a pesar del Brexit (salida de la UE), es otro de los mercados tanteados por Renfe, que logró en marzo de este año la licencia para operar las franquicias explotación de conexiones ferroviarias de larga distancia del país.

Sin embargo, el año pasado se retiró de la primera fase del concurso para gestionar el corredor ferroviario West Coast, que une Londres con Manchester, al no prosperar una alianza con alguna empresa privada.

Renfe también ha mostrado interés en los proyectos del AVE de Ontario (Canadá) y del tren rápido de pasajeros de Costa Rica.

La actividad exterior de la compañía pública se completa con contratos de colaboración y asistencia técnica que se desarrollan especialmente en países de Latinoamérica.

La proyección internacional de Renfe se inició en la década de los 90 con la venta de material excedente remodelado, la creación de sociedades mixtas con otras sociedades ferroviarias y la alianza con industrias españolas, como Talgo, para facilitar la venta de producto en el exterior.

La compañía, presidida por Isaías Táboas y dependiente del Ministerio de Fomento, ultima la elaboración de un plan estratégico que determinará los objetivos en los mercados internacionales.

El sector ferroviario de España, que exportó sus servicios en 2017 por valor de 8.200 millones de euros, está pendiente de una decena de mercados, que cuentan con oportunidades de inversión de más de 2,5 billones de euros en los próximos diez años. EFECOM