Categoría: HISTORIA
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6 mayo 2015

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HACE TREINTA AÑOS: RENFE EN VALENCIA

 
 José Luis Jiménez González me sugiere que plasme en este blog algunos de mis recuerdos ferroviarios de mi infancia en Valencia. En 1977, cuando yo tenía la edad de once años, mi familia fue a vivir a la capital del Turia, por lo que tuve ocasión de conocer de primera mano los ferrocarriles de la zona.
 
En aquellos años, los servicios de Renfe estaban dominados por la tracción diesel ya que, en 1977, la electrificación estaba limitada al corredor mediterráneo, desde Barcelona hasta Valencia y su prolongación a Xátiva. Las unidades de la serie 600, las populares Suizas, aseguraban un intenso servicio de cercanías a esta última localidad, así como a Castellón, mientras que las locomotoras Alsthom 7600 eran las titulares indiscutibles de los trenes de mercancías y los expresos nocturnos. Aunque oficialmente existía un servicio Electrotrén diurno entre Valencia y Barcelona, rara era la ocasión en que se cubría con un tren de la serie 432 ya que, ante la falta de material de este tipo, lo más normal era que fuera atendido con una unidad 440.

Unidad de la serie 600 cubriendo un servicio a Castellón
 

Los servicios de cercanías en las restantes líneas eran atendidos con ferrobuses, sobre todo en las líneas de Lliria y Utiel. Sin embargo, debido a la falta de fiabilidad de estos trenes, en la línea de Teruel eran sustituidos, habitualmente, por composiciones convencionales remolcadas por locomotoras de la serie 1900 que también eran las titulares indiscutibles de los cercanías a Gandía compuestos, en este caso, por los inestables coches de dos ejes de la serie 7000, más conocidos como Yenkas.

Uno de los populares ferrobuses entrando en la estación del Norte de Valencia procedente de Lliria
 
Coche de viajeros de la serie 7000 utilizado en los servicios de cercanías a Gandía
Omnibus procedente de Zaragoza a su paso por el puente sobre el río Turia
 

A finales de los setenta, la línea directa por Cuenca era, todavía, la principal protagonista de las comunicaciones con Madrid, atendidas por un Talgo III y un TER, así como por un tren correo que suponía la única incursión en tierras valencianas de las malogradas locomotoras diesel de la serie 4000. Sin embargo, la electrificación en 1980 de la línea por Albacete, restó el protagonismo al antiguo Directo, con el establecimiento, por primera vez en España, de un nuevo concepto de viaje: el Intercity, es decir, la posibilidad de realizar un viaje diurno de jornada, ida y vuelta, entre dos grandes capitales como Madrid y Valencia.
Tren correo a Madrid fotografiado sobre el viaducto del Ronquillo en Bunyol
 

Junto a los servicios radiales, Renfe ofrecía en Valencia un destacado número de trenes transversales, tanto diurnos como nocturnos. Entre los primeros destacaba el Talgo III que cubría el servicio Mare Nostrum de Cartagena a Barcelona y Portbou. Por su parte, los trenes diesel TER enlazaban diariamente la capital del Turia con Irún y Bilbao, así como con Granada. Éste último era, probablemente, el servicio con más inversiones de marcha de la época: La Encina, Alicante, San Gabriel, Alcantarilla, Guadix y Moreda.
Tren TER a su salida de la estación del Norte de Valencia
 

Entre los trenes nocturnos, destacaba la batería de trenes que conectaban Cataluña con la región de Murcia y Andalucía, con expresos de Barcelona a Cartagena, a Granada y Almería, a Málaga y a Sevilla. Asimismo, destacaba el Sol de Levante, que enlazaba Alicante con Valencia, Zaragoza, Irún y Bilbao. No hace falta decir que, quien suscribe, fue habitual cliente de este servicio.
Llegada a Valencia del expreso Sol de Levante
 

Por lo que respecta a los trenes de mercancías, en aquella época todavía mantenían un destacado protagonismo los famosos naranjeros, formados por vagones de Transfesa dotados de sistema de ejes intercambiables, lo que permitía transportar la fruta a los principales mercados europeos. En verano, el sabroso cítrico se veía sustituido por la cebolla, también muy demandada en el continente. Además, comenzaban a proliferar los trenes de contenedores, gracias a la apertura de la importante terminal de Silla, los trenes de automóviles y componentes, con destino a la entonces recién construida factoría de Ford en Almussafes y los impresionantes trenes de mineral de hierro de Ojos Negros a Sagunt, que subían el puerto Escandón en cuadruple tracción, dos locomotoras en cabeza y otras dos en cola, de la serie 319.

Tren de mercancías remolcado por una locomotora Alsthom
Tren de mineral en proceso de descarga en Sagunt

Locomotora de la serie 303 maniobrando en las vías del puerto de Valencia
 

Con catorce años y una famélica asignación semanal, no habría podido tomar ninguna de las fotografías que acompañan esta entrada sin la generosidad de algunos buenos amigos de aquellos años, entre ellos, Rafael Fernández-Llebrez, quien me prestó en numerosas ocasiones su cámara fotográfica. Además, Juan Luis Llop y Miquel Corell me facilitaban los carretes necesarios por lo que, gracias a ellos, es posible ahora dar testimonio de los trenes valencianos que conocí en mi infancia.