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HERALDO.ES

28 abril 2014

Transporte Urbano

Llegar o no llegar... a la barra del tranvía

Algunos ciudadanos encuentran dificultades para alcanzar la barra del tranvía, situada a 1,90 metros de altura.


C. Ivars / N. Carreras. Zaragoza|

 

 

 

Barras del interior del tranvía de Zaragoza

Barras del interior del tranvía de Zaragoza

Flori Diloy mide 156 centímetros. Intenta alcanzar la barra del tranvía y no llega. "Es muy alto y hay muy poca opción para asirte", lamenta la zaragonaza. "Así que lo que hago es agarrarme donde puedo", añade. Sin embargo, a excepción de las barras verticales situadas a ambos extremos de cada vagón, ésta se convierte en la única alternativa, que no siempre está al alcance de todos.

La barra horizontal del tranvía, único sistema de agarre en la zona de asientos enfrentados, está colocada a una altura de 190 centímetros, sin embargo, el aragonés medio mide 1,75 metros según los últimos datos publicados por la Universidad de Zaragoza.

"Los que somos más bajitos no llegamos bien y eso es un problema porque en la zona de los carros y entre vagones, que no hay dónde agarrarse, no sabes cómo sujetarte", explica una vecina de Valdespartera y usuaria habitual del transporte. "Igual podrían bajarla un poquito", propone, aunque esta medida tampoco agrada a todo el mundo.

"Si las bajan igual molestan a la gente más alta y hay otros sitios nuevos para agarrarse", asegura Juan, que con su 1,80 de estatura no encuentra dificultades para viajar seguro. "Están como tienen que estar, es perfecto. Si las pusiesen más bajas nos daríamos en la cabeza" opina Martina Lázaro, otra usuaria.

Estas quejas ciudadanas encontraron eco en el grupo municipal de Izquierda Unida, que hace un año solicitaba un estudio técnico y económico para reducir la altura de los asideros de los vagones del tranvía."Consideramos que era necesario bajar los agarraderos y propusimos instalar cintas como las que hay en los autobuses pero nos dijeron que no detectaban ningún problema para las personas de talla reducida", asegura Raúl Ariza, concejal del Ayuntamiento de Zaragoza por IU, quien asegura que mantienen su postura. 

Por su parte, fuentes de la empresa señalan que organismos como la ONCE o la Fundación DFA participaron en el diseño de la maqueta del transporte para garantizar la accesibilidad del colectivo de discapacitados y que el interior del tranvía es cómodo. Además, aseguran que la colocación de las barras se basó en un estudio de tallas medias y que se hizo en consonancia con otras explotaciones tranviarias españolas. 


"En 30 años nunca he tenido una queja"

En los autobuses urbanos de Zaragoza estas barras se encuentran situadas tan solo cinco centímetros por debajo que las del tranvía, es decir, a una altura de 1,85 metros. Sin embargo, para los usuarios resultan más accesibles por los asideros que cuelgan de ellas aunque tampoco convencen: "Como están sueltos se mueven mucho y son bastante incómodos", asegura Pilar. "Yo conozco gente que se ha lesionado en un movimiento brusco", añade Emma López. "Siempre que puedo voy sentada porque sino es imposible", asegura otra usuaria.

Sin embargo, Maxi Mateo, conductor de autobuses urbanos desde hace más de 30 años, asegura que "En treinta años nunca he tenido una queja al respecto".