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LARAZON.ES

5 diciembre 2013

ESPAÑA / DOCTRINA PAROT

El asesino de Alcàsser tomó ayer un AVE en Madrid con dirección al sur

Miguel Ricart salió ayer de Madrid, donde llevaba escondido cuatro días en un hostal, en dirección a la estación de Atocha de la capital, donde tomó un AVE con rumbo al sur de España, según captaron las cámaras de Telemadrid. Los dos trenes que salían en esos momentos tienen parada en Córdoba. Los últimos rumores situaban al único condenado por el triple crimen de Alcàsser en la ciudad del Guadalquivir, donde se vive en un estado de preocupación por la que se suponía probable presencia del ex convicto. A Ricart se le había situado incluso como residente en el Colegio de Franciscanos de Córdoba, desde donde ayer desmintieron tal posibilidad: «Ni está ni se le espera». Después de los comentarios e informaciones que situaban al antiguo compinche de Antonio Anglés en la ciudad desde el pasado domingo, Francisco Arias, superior de la parroquia de Santa María de Guadalupe y director del colegio aledaño del mismo nombre, desmentía ayer «de forma categórica» cualquier relación con Ricart. El religioso dice haber pasado de tomarse «con humor» la «noticia» a la «más profunda indignación» conforme avanzaba «el tremendo bulo» y no paraba de recibir llamadas de padres «muy preocupados». Asegura que no tienen «ningún contacto», que no le conocen y no hay «relación de ningún tipo» con Miguel Ricart. «Dicen que el capellán de la prisión donde estuvo es fransciscano, y ése parece ser el supuesto nexo, pero de las ocho provincias de España donde estamos, Herrera de la Mancha no entra en nuestra circunscripción», explica. «La que nos ha caído con un colegio al lado», lamenta. «Sea como sea, no tenemos ni infraestructura ni casa de acogida para ello». Arias afirma que la situación ha vuelto ya a la normalidad, pero que la gente «ha estado muy inquieta».

Según testimonios como el de Antonio Osuna, que trabaja en Córdoba, aunque vive en la vecina localidad de Santa Cruz, el nerviosismo aún es patente. «Nadie desmiente ni confirma, pero todo el mundo dice que está aquí». De hecho, las cadenas de WhatsApp continuaban ayer su ritmo frenético alertando sobre su paradero.